Reacciones de los afectados

Desolación entre los sectores económicos por las nuevas restricciones en Catalunya

El comercio lamenta el torpedeo a su actividad y a la campaña de rebajas y cree que las ayudas son insuficientes

Los gimnasios critican la falta de argumentos para los cierres, y sus efectos en el bienestar físico y mental

Colas en tiendas del centro de Barcelona el pasado día 2

Colas en tiendas del centro de Barcelona el pasado día 2 / Sergi Conesa

Patricia Castán

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La nueva tanda de restricciones sanitarias impuesta por el Govern a partir del 7 de enero ha torpedeado esta vez cualquier expectativa del comercio de mantenerse a flote este enero con la campaña de rebajas. El sector no esperaba que las limitaciones le dieran tan de pleno, al dictar el cierre de persianas de todo comercio no esencial los fines de semana, al igual que toda la actividad de centros comerciales y tiendas de más de 400 metros cuadrados los 10 días de endurecimiento. "Es una medida desastrosa, hará muchísimo daño", ha resumido Núria Paricio, directora de la asociación Barcelona Oberta, poco después de una reunión a mediodía de las patronales del comercio con el vicepresidente Pere Aragonès y el 'conseller' de Empresa, Ramon Tremosa, entre otros.

Ninguna explicación ni argumento sobre la temporalidad de las medidas para capear un repunte de contagios durante esos 10 días les han complacido. A juicio de Paricio, que representaba a los grandes ejes comerciales turísticos del centro de Barcelona, los límites que entran en vigor el jueves equivalen casi al cierre de la actividad para muchos puntos de venta que dependen directamente de los fines de semana. Las ayudas prometidas hoy de 2.500 euros han dejado fríos a algunos representantes sectoriales, ya que la facturación de algunas empresas con presencia en distintos centros comerciales habría sumado seis cifras en dicho periodo.

Desde Barcelona Oberta critican que haya habido tanta "permisividad" con la macrofiesta de Nochevieja en Llinars, mientras se aplica la mano dura sobre las tiendas, un motor económico en el caso de Barcelona que, en general, cumple "todas las medidas sanitarias". Y recuerda que cerrar los centros comerciales equivale a aumentar la presión en los establecimientos del centro, como ya sucedió en la anterior fase de medidas, en días previos a la Navidad, con colas y aglomeraciones.

Los ejes de barrio alienados en Barcelona Comerç podrían verse no tan afectados porque la compra de proximidad y día a día es más fácil de encajar entre semana, pero aún con todo su presidente, Salvador Vendrell, mantiene que perder el primer sábado de rebajas hará "mucho daño" a los comercios de moda porque era uno de las fechas punta del año en facturación. Arremete contra la "gestión nefasta y sin sentido" de la Generalitat, a la que acusa de dar palos de ciega castigando a sectores económicos clave en la ciudad, en lugar de desplegar eficazmente el plan de vacunación.

Por parte de Pimec, han alertado de que las restricciones perimetrales por municipios pueden llevar al cierre del 40% de las pequeñas y medianas empresas de todos los sectores afectados, en insisten en la plena "compatibilidad" de la actividad empresarial con las garantías de prevención. La patronal urge también a utilizar el dinero de fondos europeos como ayudas directas.

Concretamente, el presidente de Pimec Comerç, ÀlexGoñi, tilda de "perverso" el horario comercial de las tiendas no esenciales, que impedirán a los ciudadanos ir de compras en sábado y dejan fuera de juego al comercio de los pequeños municipios que viven de las ventas a visitantes de fin de semana. "No nos muestran estudios ni ratios que justifiquen estas malas decisiones, sin ningún interés en salvar la economía", explica a este diario. Sobre las ayudas, quiere conocer las condiciones de su otorgación antes de valorarlas. Y recuerda que el 12% del comercio catalán ya está cerrado pero los nuevos cerrojazos abocan a un tercio del total a su final.

A la espera del detalle del DOGC

Quien no ha tenido que dar un paso más atrás esta vez ha sido la restauración. El Gremi de Restauració de Barcelona, que lanzó una campaña de presión en redes sociales el pasado fin de semana contra el cierre encubierto al que se sienten sometidos con el actual horario de 4,5 horas de apertura al día, cree que sus movilizaciones han conseguido parar nuevas restricciones para el colectivo. Pero siguen reivindicando una prolongación horaria que permita a la hostelería sobrevivir a la pandemia.

El Gremi d'Hotels de Barcelona se verá también afectado en cuanto a que las restricciones perimetrales les impedirán la llegada de clientes del resto de Catalunya, por trabajo o escapadas, en una coyuntura de ausencia casi total de turismo. No obstante, aguardan a que las medidas se publiquen oficialmente en el DOGC para pronunciarse. La última vez, la letra pequeña de las restricciones ya les impidió inesperadamente poder servir cenas más allá de las 21.00 horas ni a sus huéspedes.

Fuentes de diversos hoteles locales, señalan que de prolongarse estas medidas tendrían que plantearse un nuevo cierre, ante la imposibilidad de trabajar en dichas circunstancias.

El malestar es compartido con otro sector profundamente golpeado por la coyuntura sanitaria: los gimnasios, que deberán estar cerrados 10 días y solo podrán ofrecer actividades en el exterior, precisamente en plena ola de frío. Ramon Canela, director general del grupo DiR, el mayor del territorio ya que suma 23 clubes, se queja del cuarto cierre en lo que va de pandemia, y "sin que el Govern explique qué cifras" avalan esa clausura. Acusa al ejecutivo catalán de "falta de estrategia", con decisiones que ponen en peligro la continuidad de muchos negocios y dejan sin opciones a muchos usuarios que por salud deben practicar actividad física, e incluye población mayor. Mantiene que los gimnasios suponen también bienestar mental en estos tiempos de pandemia. Sus centros mantendrán la opción diracasa desde su portal.