CONCURSO PERDIDO

Bonn deja a Barcelona sin el Centro Europeo de Predicción Meteorológica

La capital catalana ha llegado a ser una de las dos finalistas en el concurso para acoger a la agencia intergubernamental

Barcelona 26 02 2013 Panoramica de Barcelona desde el parque de atracciones del Tibidabo Foto Josep Garcia

Barcelona 26 02 2013 Panoramica de Barcelona desde el parque de atracciones del Tibidabo Foto Josep Garcia / JOSEP GARCia

Toni Sust

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Hay años en los que casi todo son malas noticias, y el 2020 es uno de ellos para Barcelona, que este miércoles ha perdido la posibilidad de convertirse en sede del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (ECMWF, en sus siglas en inglés). El Gobierno central había postulado a la capital catalana como aspirante a acoger a la agencia gubernamental, una iniciativa que contaba también con el apoyo de la Generalitat. 

La primera ronda, técnica, se cerró el 20 de noviembre, cuando de las 10 localidades que inicialmente aspiraban a acoger la agencia cinco quedaron descartadas. En ese tramite no se votaba, y la cuestión se ceñía a si cumplían los requerimientos técnicos. Barcelona fue una de las que pasó el corte.

Este miércoles se daban las últimas tres rondas, en el proceso final de selección de la sede. En la primera han caído dos localidades más. Barcelona la ha superado. En la segunda se eliminaba a otra aspirante. También esa barrera ha sido salvada por la capital catalana. En la última ronda han quedado finalistas Bonn y Barcelona, y la antigua capital de la extinta República Federal de Alemania se ha llevado el gato al agua. El organismo fue creado en 1975 y está integrado por 22 estados miembros y otros 12 asociados, la mayoría europeos. La sede prevista para la agencia en Barcelona era el edificio Nexus II, en el número 29 de la calle de Jordi Girona.

Posicionamiento científico

Lograr la sede del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo suponía para Barcelona ganar posicionamiento científico así como la presencia de personal del sector. Uno de los atractivos de la candidatura barcelonesa era la proximidad del Barcelona Supercomputing Centern(BSC), abierto en el 2005, un centro que servía de aval para acoger al centro europeo. Barcelona presentaba, además del peso del BSC, varios atractivos para ser elegida: la elevada calidad de vida, el potente ecosistema científico y universitarios, la amplia oferta de escuelas internacionales y un mercado de trabajo dinámico para profesionales cualificados. La derrota no es tan llamativa como en el caso de la Agencia del Medicamento, más conocida, a la que también aspiraba Barcelona y que en el 2017 recayó en Amsterdam.