Vía libre a la transformación del Port Vell hasta el 2025

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La transformación del Port Vell pasa por ampliarlo un 25% hasta las 76 hectáreas, pero regalando ese nuevo espacio a los usos ciudadanos. Y el Plan Estratégico 2025 para la zona, recién aprobado por el Port de Barcelona, traza ya el recorrido y calendario hacia un puerto en el que destacarán dos obras potentes como la renovación urbanística de los muelles de Barcelona y Drassanes, y el traslado de la estación ferroviaria de mercancías del Morrot. Sin incluir estas dos intervenciones, los cambios en cinco años sumarán 35 proyectos y un coste de 55 millones, del que el 67% será de procedencia pública.

La aprobación del plan estratégico enmarca todas las actuaciones previstas para modernizar el Port Vell del siglo XXI bajo los criterios de sostenibilidad, actividad económica y función social. El director del Port Vell, Joan Colldecarrera, destaca que la planificación es fruto de la colaboración con numerosas entides públicas y privadas, empresas y centros educativos, de cara a lograr una fachada marítima «conectada con el resto de la ciudad y pensada globalmente».

Moll de Pescadors

Como ya avanzó este diario, la puesta al día del Port Vell, forjado a finales de los años 80,  incluirá desde la reforma del Moll de Pescadors y el Moll d’Espanya hasta el estreno del Centro de Divulgación del Port de Barcelona o la ordenación de espacios de la Nova Bocana, sin olvidar nuevas actividades culturales y vinculadas a la actividad marítima y náutica. Se habilitarán también nuevas zonas de paseo, con criterios medioambientales, como los llamados "refugios climáticos".

A los 35 proyectos, el Port confía en acabar sumando el del Museo del Hermitage, que insisten en que añadiría una inversión de 50 millones y 377 puestos de trabajo. La presidenta del puerto, Mercè Conesa, seguirá negociando con el ayuntamiento con ese propósito para tratar de desencallarlo.

A los 55 millones contemplados (37 de inversión pública) habrá que añadir también el coste de la reforma de los muelles de Barcelona y Drassanes. El traslado de las terminales de cruceros pequeños al Adossat liberará 1,5 hectáreas de espacio público frente al mar, destacan. Pero el traslado de la estación ferroviaria al antiguo cauce del Llobregat y la reubicación de la Ronda Litoral será la intervención estrella en magnitud, al liberar otras 11,5 hectáreas que permitirán usos logísticos, terciarios y educativos vinculados a la náutica, según enfatiza Conesa. Esta obra se completará más allá del 2025, todavía sin fecha final.