barcelona sin cetáceos

Los tres últimos delfines del Zoo de Barcelona, trasladados a Atenas

Los últimos tres delfines del Zoo de Barcelona, trasladados a Atenas

Los últimos tres delfines del Zoo de Barcelona, trasladados a Atenas. / periodico

Toni Sust

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“Hemos sufrido mucho”. Con estas palabras ha resumido este lunes el director del Zoo de Barcelona, Sito Alarcón, la operación de traslado de los tres últimos delfines de la instalación de la capital catalana. El domingo, con la mayor discreción posible para evitar complicaciones, Blau, de 21 años; su hermano Tumay, de 17 años, y Nuik, de 7 años, hijo de Blau,  fueron llevados al aeropuerto y se subieron a un avión de carga especialmente adaptado. En él se dirigieron al lugar en el que ahora residirán, el Attica Zoological Park de Atenas,  al que ya habían llegado “a las seis o las siete de la tarde”. Quedaron “temporalmente confinados en una piscina de aclimatación”.

“Fue un día complicado”, ha agregado Alarcón sobre el adiós a los tres animales, los tres machos. Una hembra, “la matriarca”, Anak,  falleció en noviembre pasado en el Zoo, que ahora dispone de cinco cetáceos, los cinco fuera de sus instalaciones. Dos, Kuni y Leia, fueron transferidos en septiembre del 2016 . Los otros tres son los que el domingo se fueron a vivir a Grecia. El Zoo de Barcelona mantiene convenios abiertos en ambos casos y recibe información constante y detallada sobre su situación.

Los tres delfines enviados a Atenas, que forman parte del Programa Europeo de Especies en Peligro de Extinción (EEP) de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA), fueron trasladados por la misma empresa especializada que en 1994 llevó a la orca Ulises desde Barcelona al Zoo de San Diego (EEUU).

El Attica Park y el espectáculo

“Ayer lloré”, ha precisado Alarcón, insistiendo en lo difícil que ha sido para el Zoo desprenderse de los tres cetáceos. Había dos motivos claros para hacerlo, ha recordado su director. Uno es que las instalaciones no eran adecuadas: “El delfinario es muy pequeño”. El otro, incontestable, es el mandato municipal que existía desde abril del 2018, cuando la ciudad se declaró libre de cetáceos.

“Es un buen delfinario y estamos seguros de que allí estarán muy bien”, ha afirmado Alarcón sobre el Attica Zoological Park de Atenas, que en el 2017 fue acusado de emplear a delfines en espectáculos y de operar sin licencia durante un tiempo. Preguntado por estas circunstancias, Alarcón ha replicado: “Lo único que sé es que es el mejor destino. A cualquier cosa le llamamos espectáculo. Parte de sus movimientos es espectacular y Attica Park los debe utilizar pedagógicamente para explicar qué son los delfines”. Es decir, descarta que los animales se vean obligados a hacer números para el disfrute del público.  También ha subrayado que por ahora no existen santuarios a los que trasladar a los delfines,  por lo que no se podía contemplar esta opción.

Sobre el futuro del delfinario de Barcelona, el director del Zoo ha explicado que la idea es que donde está se instale un depósito de recogida de agua freática. Por ahora es una posibilidad por confirmar, combinada con alguna iniciativa vinculada con la formación. En el caso del Aquarama, la previsión es demolerlo a mitad del año próximo para que allí se abra una zona de  manejo de animales, donde dejarlos cuando se necesite moverlos.