Cuatro chefs barceloneses ofrecen estos sabrosos platos para llevar

Para disponer de un chef en casa es necesaria una gran fortuna. Es algo que me explicó por lo bajini el cocinero de un jeque de Arabia Saudita, cuyo nombre no debo recordar, capaz de darle manduca con un presupuesto diario de 300.000€. Si tenía que hacer un banquete extra para 1.500 personas, el amo abría la bolsa. En resumen, con las exquisitas sobras podía vivir toda una población. La restauración, tal como la conocemos nace de la imposibilidad de tener un chef de primera en casa. Con la revolución francesa se cerraron los palacios principescos, se apagaron sus fogones y los marmitones más o menos famosos pasaron a ocuparse de vender su arte al público. 

En estos tiempos que corren algunos notables de la cocina han abierto sus establecimientos para que podamos llevarnos sus platos, como si estuvieran trabajando en la nuestra. Son gente dispuesta a salir de esta insólita situación a base de guisar para pocos, muy bien. 

La Taverna del Clínic

Por ejemplo, Toni Simôes en su Taverna del Clínic. ¿Toda mi vida he trabajado como un burro y estos días lo hago como una bestia de carga¿ dice. Él, un ayudante y su padre en el reparto están consiguiendo el milagro de prepararnos los platos que le han dado fama. Otra de sus máximas, mantener los mismos proveedores, idéntica calidad de los productos y no repercutir los gastos de servicio. El resultado, unos tartar y unos carpacios estupendos, más un capítulo de carnes salseadas que da que pensar. 

Ahí está la opción de la cola de buey, alias rabo de toro, o de una exquisita ternera de la raza rubia gallega. Utiliza el costillar troceado y lo deja a baja temperatura, al vacío. Una vez en su punto, lo lleva al horno ligando con su jugo una salsa demi-glace, hasta lograr una ración tan importante como los que servía en ese otro pasado que nos parece lejano, imposible. La guarnición, puré de patatas o alcachofas, cuadra a la perfección. 

A estas alturas del partido ya sabemos que siempre estamos confinados en el tiempo, lo que se nos hace más ligero es estarlo, o no, en el espacio. Será cuestión de buscar escapatoria en su cochinillo, acompañado con unas manzanas especiadas, un tocinillo que sabe mejor recalentado en el horno que en el microondas. Compatible con el salpicón de pescado de roca, los aficionados a mover la cuchara, disponen de una fabada a 9€ capaz de hacer cantar un ¿Gloria¿ a un obispo con birrete y todo. 

LA TAVERNA DEL CLÍNIC.  Rosselló, 155. Tf.   696493372 (también whatsapp). Precio: 20-30 €. Servicio a domicilio (gratuito en BCN). Encargos con mínimo de dos horas de antelación, pero mejor de un día para otro.

Nectari

El planteamiento de Jordi Esteve, en Nectari, se ajusta a criterios de alta gastronomía. Nos ofrece tres menús: uno de tapeo, otro gourmet y una última tentación temática que gira sobre un ingrediente concreto en variación semanal. Ahora es el chuletón, más adelante pueden ser los espárragos, el atún o el marisco.

El de tapeo, también en variación semanal, se las trae. Arranca con buñuelos de bacalao, sigue con una ensalada de ventrisca confitada y logra un punto gustativo óptimo con un minicanelón de poularda con su bechamel gratinada, al que solo hay que dar un toque de horno para que alcance el alto nivel al que nos tiene acostumbrados Esteve. Continúa con un arroz de montaña perfectamente tratado, para cerrar la oferta con un pastel de queso de elaboración propia.

Atención al temático: puede plantear unos espárragos blancos de Gavá con su crema de jamón ibérico, cocina de producto puro y de proximidad. En cada servicio se nos entrega una nota de cómo recuperar los platos en nuestro domicilio para no desvirtuar un banquete lleno de matices. 

Como este fin de semana se celebra el día internacional de los celíacos, en Nectari las recetas que se servirán cumplen con los requisitos. 

NECTARI. València, 28.  Tf. 932 26 87 18 o reserves@nectari.es.  Menú tapeo (25 €), gourmet y temático (50 €). Encargos con 24 horas de antelación. Abierto viernes, sábado y domingo al mediodía y por la noche. 

Granja Elena

Borja Sierra, en Granja Elena, cuenta que ha abierto la puerta a su público que viene a buscar los bocatas y sus recetas que le han dado fama. "Estoy adaptándome a una realidad que cambia cada hora. Yo solo soy un cocinero, seré un chef cuando me muera y esté al lado de San Pedro", dice.

Sigue planteando sus bocadillos de cola de buey estofada, o de jamón, berenjena y brie, gloria en una zona urbana que sabe de bocatas. Sus platos tienen varias estrellas, uno la escalibada, resuelta como se ha de hacer, es decir, con el jugo de cocción y los ajos convertidos en alioli suave, un alioli pil pil. Si en la escalibada la salsa es su historia, el suquet de sepia y guisantes, el bonito en escabeche o los clásicos garbanzos con butifarra de Perol son pura suavidad amalgamada. 

GRANJA ELENA.  Paseo de la Zona Franca, 228. Tf. 933 32 02 41. Precio: 6-10 €. Mención especial: un cuarto de cochinillo para 2-3 personas 35€. Encargos hasta las 9.00 horas. Se aconseja llamar el día anterior. 

El Glop

Durante muchos años se dijo que no podía haber paellas pequeñas. Repito, la paella era algo así como la bomba atómica que necesita una masa crítica de uranio para explotar. En el Glop Joan Ricart ha solucionado el problema, ofreciéndonos un arroz para comer en casa de dimensiones ajustadas al número de comensales que tengamos.

Además, recupera la hermosa tradición de encargar la paella de mariscos para zamparla en la paz divina del hogar. Fundamentando su oferta en este disco solar, dan otra versión al arroz, mantecándolo con parmesano y setas hasta que queda crujiente. Para los que no sean arroceros o tengan apetito suficiente para ir más allá del plato único, queda un bacalao con muselina de alioli y la más gloriosa receta del pez momia, con sanfaina. Una buena sugerencia es acompañar la petición con el cava Brut de Ferret Guasch. 

EL GLOP. Sant Lluís, 24.  Tf. 932 13 70 58 o 635 53 25 03 (whatsapp). Menú semanal 10 €. Paellas sobre 15 €. Bacalao 19 €. Para encargos, llamar con media hora de antelación, los arroces se preparan al momento.