El PP de Bou blande dureza contra el independentismo para seguir presente en el ayuntamiento de Barcelona

'Barcelona libre'. Bajo este lema, el PP eligió la Casa Capell para dar el pistoletazo de salida a una decisiva campaña electoral en la que se juega no desaparecer del consistorio. Los populares necesitan alcanzar un 5% de los votos, el mínimo requerido para entrar en el ayuntamiento, y la última encuesta preelectoral del GESOP les otorga un ajustadísimo 4,6% de apoyos. Según el CIS, la candidatura de Bou podría mantener sus tres representantes actuales o perder uno con el 6% de los votos.

Los populares han optado por repetir el emplazamiento para iniciar la campaña, un edificio situado junto a la ahora rebautizada como avenida de la Riera de Cassoles (antes Príncep d’Astùries), pero la situación del partido es muy diferente respecto al 2015. La formación ha perdido mucho peso en el consistorio y en esta ocasión el nuevo candidato, Josep Bou, de 64 años, es un independiente, tras la salida de Alberto Fernández Díaz, el representante del partido en el consistorio de las últimas décadas. 

Bou pone el acento en la lucha contra el independentismo y a favor del comercio local, algo que asegura conocer muy bien como responsable de una cadena de panaderías.  El empresario se ha propuesto "levantar la persiana" de Barcelona –promete crear unas 60.000 empresas en cuatro años facilitando los trámites-, e ideológicamente se erige como alternativa al "separatismo de Ernest Maragall y el populismo de Ada Colau".

Bou se ha propuesto impedir, aunque según las encuestas podría obtener solo tres concejales (o ninguno), que la capital catalana se convierta en la capital de la república, pero con la misma vehemencia defiende una Barcelona libre de "de manteros, okupas,  narcopisos y CDR". En esta línea, el candidato ha destacado este jueves en el ‘Fòrum Europa. Tribuna Catalunya’ los problemas de seguridad de Barcelona. "Vamos a decirle a los demás que Barcelona no es jauja, ni mantita en el suelo ni patadita en la puerta", ha asegurado. En este mismo sentido, Bou coincide con la candidata de Barcelona en Comú que la Generalitat no colabora suficientemente en materia de seguridad ciudadana; y también considera que es necesario "volver a dar la autoridad a la Guardia Urbana". Bou considera necesario reforzar la plantilla policial en 1.000 efectivos, así como una brigada especial técnicamente preparada para las problemáticas específicas del Raval como hurtos y narcoviviendas, que él propone desalojar de forma inmediata.

Manteros y turismo

El ‘top manta’, concentrado en la zona del puerto, sigue siendo un problema grave para el candidato popular, preocupado por el agravio que supone para los comerciantes legales. Bou puntualiza que no quitarán a centenares de manteros "para convertirlos en delincuentes", sino que buscarán la manera de ayudarles y apartarlos de "las mafias que los manipulan".

El alcaldable popular, que contará durante la campaña con el respaldo de Pablo Casado -el gran valedor de la candidatura del empresario- y Dolors Montserrat, también quiere una Barcelona libre de turismofobia. El empresario considera que el turismo debe ser entendido como “un premio” y que en todo caso debería reorganizarse. Así, durante su campaña apuesta con la moratoria hotelera y con las restricciones a las terrazas de la hostelería siempre y cuando no comprometan el uso ciudadano y, sobre todo, la seguridad.

El defensor del vehículo privado

El uso del coche privado, demonizado por algunos partidos, ha encontrado en Bou un firme defensor. El popular asegura que estar a favor del transporte público –reclamará al Estado 100 millones anuales para el transporte metropolitano- no debe significar estar en contra del coche y considera necesario reordenar los carriles bici, eliminando los infrautilizados y el doble sentido porque consideran que resultan peligrosos. También defenderá la necesidad de regular el uso de otros vehículos de movilidad personal como los patinetes, que según Bou deberían contar con matrícula y seguro obligatorio.

Bou se postula como el único candidato de centro derecha y defiende una lista formada por independientes que conocen la ciudad y el mundo asociativo, como representantes de asociaciones que define como constitucionalistas como Empresaris de Catalunya, Espanya i Catalans, ACVOT (Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas), Aixeca't y ANE (Asamblea Nacional Española).