Los hoteleros de Barcelona piden que toda la tasa sea para mejorar la calidad del turismo

Tras las alusiones de varios alcaldables a una posible subida de la tasa turística que se paga en el alojamiento de Barcelona, los hoteleros han replicado hoy martes con contundencia. Tanto aclarando su participación en este gravamen, como reivindicando que el 100% de lo recaudado sirva para fomentar un turismo de calidad y no como ahora, que la mayor parte "queda en manos de la maquinaria de la administración municipal".

Su reivindicación es que la tasa en su totalidad no fomente el volumen de viajeros sino su calidad, en términos de seguridad e innovación. Y reclaman que Barcelona recupere el discurso y tratamiento positivo del turismo, dinamizando desde programas culturales hasta segmentos como el turismo médico.

El Gremi d'Hotels de Barcelona, asegura a este diario, no se ha dirigido a ningún grupo en particular, sino a todo aquel que ha incluido en su programa electoral un aumento de la tasa. En un comunicado han recordado que en el 2012, en un contexto de crisis económica, aplicaron el impuesto "solidariamente". Sin embargo, han constatado un "trato desigual por parte de las administraciones hacia el sector empresarial del alojamiento turístico, en comparación con otras actividades beneficiarias de la actividad". No citan a nadie, pero en ese cajón obviamente figuran desde los excursionistas a usuarios de otros servicios turísticos que no necesariamente se alojan en hoteles o pisos turísticos. 

Reparto más justo

De ese modo, la patronal mantiene que "cualquier propuesta de modificación del impuesto turístico o de nuevas imposiciones que graven la actividad" ha de pasar por "la incorporación de nuevos actores que asuman su responsabilidad en la materia".  O sea, que paguen todos si se pretende recaudar más.

Porque en cuanto a cifras el colectivo estima que los establecimientos hoteleros de la ciudad recaudan cada año más de 20 millones de euros por ese concepto, de los 12 son gestionados directamente por el ayuntamiento. Este destina "solo" 4,5 a promoción turística (el uso original de esta medida), mientras que el resto en los últimos años se utiliza en teoría para paliar los efectos secundarios del turismo o necesidades urbanísticas que comporta. La patronal ha contabilizado que además aporta 320 millones de euros anuales en IVA, IBI y otros impuestos.