38 detenidos en un operativo policial contra la inseguridad en el Front Marítim

Las quejas de los vecinos y de los propios operadores del ocio nocturno del Front Marítim ocio nocturno del Front Marítimde la Barceloneta por los problemas de incivismo e inseguridad en el entorno han sido escuchadas y replicadas con 38 detenidos la madrugada de hoy domingo. El operativo policial llega oportunamente en un verano caliente para Ada Colau, después de que la semana pasada fuera reprobada por los grupos de la oposición por su gestión al respecto.

Un dispositivo de seguridad ciudadana en el que han participado Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana, la mayoría vestidos de paisano, ha permitido realizar discretamente los arrestos entre las 00.30 y las 8.00 horas de hoy domingo. La mayoría de trabajadores y visitantes de la zona ni se han percatado. Según el ayuntamiento, la intervención significa "enviar un mensaje a los infractores que circulan por la zona", a la par que "aliviar la presión" en el entorno y el barrio.

El dispositivo perseguía prevenir delitos contra el patrimonio y contra la salud pública, en aplicación de las leyes de seguridad ciudadana, el código penal y la ordenanza cívica. Pero el resultado ha sido más rotundo de lo que cabía esperar: 23 personas detenidas por delitos de hurto, 10 por delitos de robos con violencia, 4 por delitos contra la salud pública y una por un requerimiento judicial. Un total de 10 personas han sido denunciadas por delitos leves de hurto.

Y eso que no era una noche especialmente concurrida, ya que buena parte del público habitual se había trasladado a la zona del Parc del Fòrum, donde se celebraba el festival alternativo de música electrónica y arte DGTL. 

Según el consistorio, los 38 detenidos estaban este domingo pendientes de pasar a disposición judicial. Otro dato: los detenidos por hurto han sido interceptados tanto en las cercanías de los negocios de ocio de la zona como en la playa.

Delincuencia nocturna

No obstante, y pese al despliegue, hacia las seis de la mañana este diario ha podido constatar en el llamado Front Marítim de la Barceloneta como jóvenes delincuentes (varios, menores) seguían acechando por la zona para robar al despiste a quienes salían de los locales de moda o se querían dar un chapuzón en la playa al amanecer. Mientras seguían sus carreras con el botín, también había individuos controlando la distribución de drogas en las calles de la zona. 

Según relata un empleado de unos de los establecimientos, el modus operandi de los delincuentes suele ser o bien al despiste en las playas o, cada vez más, rodeando entre varios a su víctima en plena calle, a la que desvalijan. "Muchos tienen 15 o 16 años, se acercan sobre todo a los turistas y les roban", sobre todo relojes este verano, aunque móviles y carteras también van que vuelan.  

Los vecinos de la Barceloneta y la Vila Olímpica se han quejado reiteradamente de los incívicos que toman el barrio por las noches, para ir a la zona de ocio del paseo Marítim o a celebrar su propio botellón en la playa o en las zonas verdes del perímetro, dejando un rastro de basura y orines, como informó EL PERIÓDICO el pasado día 3. Pero también denuncian la inseguridad que se genera por los delincuentes que acuden a hacer el agosto vendiendo drogas o robando a turistas y barceloneses que acuden a este eje. Hasta hace muy poco, había incluso un foco de prostitución.

Por su parte, los locales de ocio y restaurantes hace años que han contratado vigilancia privada específica para controlar los excesos en su perímetro, pero en temporada alta la gran afluencia de público en la vía pública les supera. Por ese motivo, los empresarios de la zona, donde confluyen discotecas, restaurantes y clubs de prestigio internacional, junto con los de la calle Tuset pidieron recientemente a través de la Síndica de Barcelona más vigilancia policial. El colectivo no quiere morir de éxito ni ver empañada su imagen. 

Desde junio y tras esa queja, la patronal Fecasarm había constatado una mayor presencia de Mossos, con una dotación apostada en la zona. Una presencia que no puede impedir otro fenómeno masivo en el litoral, como es la venta de latas de cerveza por parte de decenas de vendedores ambulantes.  Anoche, la venta era continua también en los alrededores del Port Olímpic.

Ubicar el ocio

El ayuntamiento de Colau es crítico con las concentraciones de ocio, que en este caso generan una quinta parte de las denuncias recogidas en Ciutat Vella. Sin embargo, anteriores gobiernos municipales han sido partidarios de aglutinar una parte de la oferta barcelonesa en puntos del litoral -la parte baja del paseo Marítim- con un supuesto menor impacto del que tendría dispersarlo por calles más residenciales.

No obstante, la gestión de esta actividad es compleja ante el consabido déficit de Mossos y de Guardia Urbana que sufre la capital catalana en sus calles y que implica no poder controlar los flujos a su llegada y salida de los locales, o si se instalan en sus espacios públicos.