tercera jornada

Más colas en el aeropuerto de El Prat

colas para pasar el control de seguridad en El Prat

colas para pasar el control de seguridad en El Prat / FERRAN NADEU

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El aeropuerto de El Prat ha registrado por tercera jornada consecutiva colas para cruzar los controles de seguridad y acceder a las zonas de embarque. Han comenzado a primera hora de la mañana y se han desbordado después de las 10.00 horas, cuando las filas se han empezado a ramificar por los laterales de la terminal para no salir a la calle.

A las 14.00 horas las esperas ya se han reducido. Esta mañana la tensión se ha disparado en la puerta secreta de control de seguridadstuada en la planta inferior, la de llegadas, junto al aparcamiento A y cuya existencia explicó el lunes este diario. Al tener solo dos vías de paso ha llegado a colapsarse esta mañana y ha tenido que intervenir la Guardia Civil para calmar a los pasajeros indignados.

En el acceso principal, en el centro del hall da salidas, donde hay 10 pasos abiertos, algunos de los pasajeros, preocupados por si perdían su vuelo, han empezado a buscar fórmulas para poder reclamar sus billetes, como por ejemplo hacerse fotografías con relojes para demostrar que han llegado con la antelación que recomiendan las aerolíneas.

Los que ya sabían de las incidencias vividas esta semana, por su parte, han venido con antelaciones de hasta cinco horas para evitar problemas.

Y de nuevo, indignación de los viajeros, que algunos hacen saber a través de las redes:

Esta es la situación más complicada de los tres días de colas en estos controles, que no tienen nada que ver con los controles de pasaportes, y ya son decenas las personas que han perdido sus vuelos por culpa de las colas, según han explicado a Efe unos trabajadores de Vueling.

El origen de los problemas es el conflicto laboral entre la empresa concesionaria del servicio, Eulen, y los trabajadores, que dicen que necesitan más personal y más formación para que todos puedan asumir la totalidad de las funciones que hay en los filtros, ya que esto facilitaría los relevos y agilizaría los controles.

Desde primera hora

Esta mañana, a primera hora, también se han registrado colas de 40 minutos en los controles convencionales y además se ha colapsado el filtro de seguridad que hay en el piso inferior de la terminal, un acceso válido solamente para vuelos nacionales.

Trabajadores de Eulen han atribuido la llegada masiva de pasajeros a estos controles a dos factores: la publicidad que se le ha dado recientemente a través de los medios de comunicación y derivaciones desde los filtros convencionales de la planta superior.

Esta nueva jornada complicada, en la que las colas van y vienen según las puntas de pasajeros, llega el día después de que la empresa y la plantilla se reunieran con la mediación de la Generalitat.

El encuentro acabó sin acuerdo, y los trabajadores han avisado de que no se volverán a sentar a la mesa sin la presencia de AENA, a la que consideran responsable en última instancia, si bien la compañía ha manifestado su voluntad de permanecer al margen de lo que consideran un conflicto interno de una empresa privada. No obsantem AENA ha reiterado este miércoles que no se sentará, que es un problema que no le compete dado que se trata de un conflicto laboral dentro de una empresa privada, Eulen, que es quien presta el servicio y que es externa a AENA.

Huelga encubierta

Por ello, se emplazaron para el viernes a las 11.00 horas, cuando el comité de empresa ha reclamado la presencia de representantes del ente gestor. Mientras tanto, los vigilantes seguirán haciendo solo los servicios que marca el reglamento, lo que podría provocar nuevas colas en los próximos días, y niegan que estén haciendo una huelga encubierta.

Para este miércoles, la operativa prevista en el aeropuerto es la de un día de verano -sin que haya variado respecto los últimos días- y se esperan más de un millar de despegues y aterrizajes. De trasfondo, existe el conflicto laboral que mantienen los trabajadores de la empresa de seguridad Eulen, concesionaria del servicio de vigilancia, y la dirección, y la huelga convocada a partir del 4 de agosto.

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