Las tendencias gastronómicas

Y renació la hamburguesa

Ya no es solo carne picada, sino que aspira a ser tan digna como un buen filete y se abre paso en locales de diseño H Se adereza a lo grande y cada vez tiene más adictos

Dos de las exitosas hamburguesas del Bacoa, en Colomines, 2.

Dos de las exitosas hamburguesas del Bacoa, en Colomines, 2.

P. C.
BARCELONA

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Ni carne picada barata, ni sobredosis de grasa, ni atentado calórico. La hamburguesa vive un ciclo de reinvención en Barcelona avalada por el ingenio de algunos empresarios empeñados en dignificarla y rediseñarla con sabor mediterráneo y hasta toques de sibaritismo. Algunos dentro de su restaurante (como Avalon o Tapaç 24), pero cada vez más como espacios especializados. No responden a un mismo patrón, pero sí están a años luz de la comida basura.

Entre los padres de la resurrección, en versión placer gastronómico, se cuentan Claudio Hoyos y Adrián Milà, que soñaron con un local donde comer «las mejores hamburguesas de la ciudad», con una imagen al estilo londinense o neoyorquino, y pusieron en marcha La Burg con la consigna de congregar los mejores ingredientes: carne de ternera sin antibiótico de Espunyola, buey de pura raza y hasta opción de cordero xisqueta del Pirineo de Lleida. Bien avenido con esparragos trigueros y queso de cabra, o con jamón ibérico, trufa, parmesano y rúcula; o incluso en versión nostrada vegetal (con judías del ganxet y arroz Estany de Pals). En general están por debajo de 10 euros y se sirven con distinto tipo de pan y cubiertos.

Su hermano desde hace unos meses, El Filete Ruso (Enric Granados, 95), con misma filosofía e interiorismo (sobrio, elegante, acogedor), agrega la de pollo y presume de la misma brasa, con 13 variaciones combinatorias. Ensaladas y complementos hacen el resto.

Entre las novedades, otra céntrica y obra del empresario Franxa Tomàs, es La Burguesa (Princesa, 50), donde el bocado de carne, afirma, es «tan bueno como un filete o un chuletón». El local acaba de abrir en rodaje y se inaugurará con nueva decoración el próximo mes, pero ya suma incondicionales a la «hamburguesa premium», en versiones de 150 o 200 gramos, con carne de Irlanda y vocación de «mediterranizar» lo que puede ser un manjar para sibaritas. La inversión máxima, con el bocadillo, algo de picar y bebida es de 20 euros y la feliz digestión se remata con copas en su barra. Muy cerca, en un estilo más funcional -pero que en apenas unos meses ya atrae a clientela de toda la ciudad-, destaca Bacoa (de barbacoa, en Colomines, 2), fruto del tesón del australiano Brad Ainsworth. Aboga por la comida sencilla pero de calidad, que compita en precio con la invasión de kebabs de la zona y aporte un plus «por unos cinco euros». Y la versiona con soltura casándola con manchego y cebolla caramelizada, entre otras recetas. «Todo a la parrilla y con sabor a fuego», presume Ainsworth.

Americanas y renovadas

Al margen de otras filigranas, el más puro estilo americano (tipo diner) también vive una reconciliación con la capital catalana de la mano de Big J's (Carme, 74 y Aribau, 18). Su estética de película se suma a la potencia de sus ejemplares (con peso a elegir por el cliente) y a los imprescindibles batidos y demás complementos made in USA. También de foto resultan las del 99%Moto Bar, con carne de cinco procedencias, a cargo del chef Carlos Abellán, en el Espacio Harley Davidson (Joan Güell, 207).