PROYECTO URBANÍSTICO EN EL DISTRITO DE HORTA-GUINARDÓ

La reforma de la Clota conserva la mitad de las casas del barrio

ALBERT OLLÉS
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No todo son malas noticias en el Carmel y su entorno. Pese a que la reforma del popular barrio sigue paralizada desde que la oposición hizo valer el pasado febrero su mayoría actual para tumbar el proyecto del bipartito de gobierno, en el vecino espacio de la Clota se sigue avanzando. Así, después de aprobarse el primer plan de mejora urbana del barrio (el de reordenación), hoy está previsto dar luz verde al segundo y más simbólico (el de conservación).

La semana pasada se pasó el escollo definitivo con la aprobación en la comisión plenaria de Urbanismo con el voto a favor de ERC, al que hoy se podría unir CiU. "El proyecto destaca por el consenso alcanzado con los vecinos", asegura la concejala de Horta-Guinardó, Elsa Blasco. Ello permitirá mantener su estructura medio rural, única en Barcelona, al mismo tiempo que se mejora el espacio público y la accesibilidad. En la Clota, ubicada como su nombre indica en una depresión entre el Carmel y Vall d'Hebron, parece como si el tiempo no hubiera pasado, lo que ha permitido a sus habitantes resguardarse de las transformaciones urbanísticas del último siglo, incluidas las derivadas de las olas migratorias de los años 50 y 60. La reforma mantiene las tres cuartas partes del barrio actual y conserva el 50% de las viviendas (casi todas las construidas antes de 1950).

TIPOLOGÍA DE LOS EDIFICIOS

"El plan preserva la tipología de las construcciones, por lo que sus propietarios podrán reformarlas pero sin variar la volumetría o la altura", explica Oriol Bonet, director de la agencia municipal del Carmel.

Las nuevas viviendas (23.200 metros cuadrados de techo) oscilan entre dos y cuatro pisos de altura --manteniendo la coherencia con el resto-- y se concentran en uno de los laterales, el que da a la calle de Lisboa. Ello permitirá darle a la Clota una fachada ahora inexistente hacia el Carmel, que se completará con la apertura de conexiones viarias directas entre ambos barrios.

Las 77 viviendas que se expropiarán se dividen entre las que serán derribadas por su mal estado o por interferir en la reordenación del espacio público y viario, y las que se recalificarán como equipamientos por su valor arquitectónico y de uso ciudadano. En el primer caso, los afectados serán realojados en los nuevos pisos.

La actuación municipal conserva buena parte de los huertos; reurbaniza el camino histórico de Sant Genís a Horta; recupera el pasaje de Feliu, y las calles de Alarcón y de Bragança como ejes peatonales y pone las bases para la creación del nuevo parque de la Clota.