La reforma de la Ronda del Mig complica la circulación en Lesseps

ALBERT OLLÉS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No pasar por la plaza de Lesseps. Ese es el mejor consejo que se puede dar a los conductores que transitan por este importante eje viario de Barcelona y que ayer, en el primer día de trabajo tras acabar las vacaciones de verano, se encontraron con un nuevo obstáculo. A las restricciones por la larga y compleja reforma de la plaza y sus alrededores se ha sumado otro proyecto, el de renovación de la Ronda del Mig, cuyos trabajos de ejecución han obligado a reducir y cambiar la distribución de carriles en el tramo entre la calle de Homer y la de Puig-reig.

Todo ello consolida a esta zona como el principal punto negro viario de la ciudad, aunque ayer las colas no acabaron en colapso. La vuelta al colegio podría complicar la situación, aunque los problemas circulatorios que sufre este espacio desde hace tiempo empiezan a disuadir a muchos conductores, que optan por rutas alternativas para evitar el laberinto de obras y viales cortados.

Los que no pueden hacerlo se encontraron ayer con el lado mar de la Ronda del Mig reducido de tres carriles a solo uno. Tampoco se puede acceder o salir de la ronda por las ocho calles ubicadas entre Homer y Puig-reig, que están cerradas con vallas. En el lado montaña, dos carriles se mantienen en dirección Llobregat, pero el tercero se ha cambiado hacia el Besòs. Unos y otros están separados tan solo por una doble línea continua pintada sobre el asfalto.

Una vez se llega a la plaza se mantienen cerrados los dos laterales que permitían cruzarla en superficie, reemplazados por dos viales de solo un carril y sentido único. También continúa cerrado el acceso a la plaza desde la avenida de la República Argentina, que según el ayuntamiento se abrirá esta misma semana.

SUBIR POR GRAN DE GRÀCIA

Hasta entonces, los coches son desviados por la avenida de Vallcarca, desde donde acceden con dificultades a Príncep d'Astúries y la ronda. Para finales de mes está previsto que se pueda cruzar de nuevo la plaza subiendo por Gran de Gràcia. De momento solo se puede bordear o pasar por debajo.

El segundo punto negro se ubicó en otra zona donde coinciden dos planes de infraestructuras: el cuadrado entre Balmes, Rosselló, Provença y la Rambla de Catalunya. Ahí se ejecuta la reforma de la estación de Provença de los Ferrocarrils de la Generalitat, la de la estación de metro de Diagonal (L-3 y L-5) y el intercambiador que las une. El cóctel causó retenciones de coches y de peatones. Estos últimos están obligados ahora a cubrir por la superficie la conexión entre ambas paradas.