Fallece Robert Altman, el rebelde de Hollywood

El director de 'M.A.S.H.', 'Gosford Park' y 'Vidas cruzadas' tenía 81 años

IDOYA NOAIN / NOVA YORK

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Cada vez que en una pantalla de cine un puñado de historias se entrecruzan y los actores crean un complejo entramado donde no hay héroes sino seres humanos, un nombre viene a la cabeza. Es el mismo que evocan las historias de directores que se atreven a retar las convenciones de Hollywood; los repasos a la subversión ante estructuras rígidas y a la valentía para perder el control; las menciones de directores de actores... Ese nombre es Robert Altman, figura imprescindible de las tres últimas décadas del cine estadounidense que el lunes por la noche, según informó ayer su productora, murió en un hospital de Los Ángeles. Tenía 81 años.

La muerte fue, en sus propias palabras, el tema de la última película que estrenó,A prairie home companion. Pero no era una obsesión. El próximo proyecto en el que Altman trabajaba era un guión para adaptarHands on a hard body, un documental de 1997 que retrata un concurso de resistencia en Texas, donde la persona que más aguantó con su mano apoyada en un camión se llevó el vehículo de premio. La historia, sin duda, se plantea como una puerta apta para que Altman entrara en uno de sus mundos favoritos: la observación del ser humano.

ALUMNO DE LOS

JESUITAS

Nacido el 20 de febrero de 1925 en Kansas City, en el seno de una familia profundamente católica, Altman estudió en los jesuitas. A los 20 años combatió como piloto en la segunda guerra mundial, tras lo que decidió probar suerte como guionista, primero en Hollywood y Nueva York. No la tuvo y regresó sin un centavo a Kansas, donde entró en una productora de cine industrial para la que realizó seis decenas de cortos, una escuela donde no solo aprendió técnica sino a trabajar con todo tipo de calendarios y presupuestos.

The delinquents, un largometraje realizado para un exhibidor de cine de Kansas, llamó la atención de Alfred Hitchcock, que lo reclutó para que dirigiera capítulos de su serie de televisión. Y se abrieron así las puertas de la pequeña pantalla, donde dirigió capítulos en series comoBonanza. Años más tarde, y sin renegar de esa etapa, aseguró que el trabajo para la tele y el de cine son"diferentes capítulos de un mismo libro".

Fue el rechazo de directores asentados a un proyecto sobre una unidad médica en la guerra de Corea (en la que él se resistió a participar) lo que le situó en todos los radares del cine. EraM.A.S.H., su primer gran éxito y, aún hoy, el más taquillero de una carrera que no siempre ha conectado con el gran público y a veces tampoco con la crítica, aunque Altman siempre dijo que eso no le importaba en absoluto.

Esa carrera incluye la fundación del estudio Lions Gate y títulos imprescindibles comoNashville,El juego de Hollywood, la magistral adaptación de relatos de Raymond CarverVidas cruzadas, la parodia documental políticaTanner '88yGosford Park. Incluye también otros más prescindibles, comoPopeye, pero todos ayudan a entender a un hombre que se saltó las convenciones de género y defendió frente a los estudios al director como creador, y del que Julie Christie, protagonista deLos vividores, dijo:"No se deja limitar por las reglas y espera que tú no lo hagas. No le gusta la seguridad, ni siquiera en las conversaciones".

Altman explicó una vez porqué las conclusiones de sus películas muchas veces se sienten como puertas abiertas a nuevos principios."Las historias no tienen final",dijo. La vida, sin embargo, sí.