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Iñigo Martínez, el segundo fichaje del Barça 23-24: un central zurdo para Xavi

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Iñigo Martínez posa con la camiseta del Barça 23-24.

Iñigo Martínez posa con la camiseta del Barça 23-24. / FCBARCELONA

Marcos López

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Primero, Ilkay Gündogan; ahora, Iñigo Martínez. Dos fichajes lleva el Barça este verano y ni un solo euro invertido en sus contrataciones. Ambos llegan a coste cero, ambos son jugadores con experiencia más que contrastada, capaces de tener rendimiento inmediato en el nuevo Barça de Xavi. Ambos firman hasta el 2025, en el caso del excapitán del City con opción a otra temporada más en función de los variables que logre.

Gündogan (32 años, cumple 33 en octubre) acababa contrato en el Manchester City. El de Iñigo Martínez (cumplió 32 en mayo) expiró también el pasado 30 de junio con el Athletic. El club azulgrana ha fijado la cláusula de rescisión del defensa vasco en 400 millones de euros.

Esa es la política de austeridad a la que se ve obligado el club azulgrana, maniatado por la herencia recibida de Bartomeu, con una masa salarial desbordadísima, incluso sin Messi, Griezmann y Coutinho, y limitado por el fair play que le exige LaLiga, por mucho que lo haya suavizado recientemente.

Valverde quiso fichar a Iñigo Martínez en el verano de 2017. Pero el Barça echó atrás aquella operación

Llega Iñigo Martínez con seis años de retraso al Barça porque la idea de Ernesto Valverde no cuajó entonces. Era en el traumático verano del 2017 con la inesperada salida de Neymar al Paris SG. El técnico extremeño quería traerse al central que jugaba en la Real Sociedad. Pero el Barça, inmerso en un caos de planificación deportiva, rechazó esa idea.

Iñigo Martínez celebra un gol con el Athletic.

Iñigo Martínez celebra un gol con el Athletic. / Efe

Meses después (enero 2018), Iñigo Martínez firmaba por el Athletic, que abonaba 32 millones de euros para llevárselo al nuevo San Mamés. Valverde se quedó sin ese defensa rudo, experto, que conoce bien el oficio, dueño de una excelente salida del balón, con potencia en el juego aéreo.

Virtudes que, un lustro después, siguen convenciendo a Xavi, necesitado como anda el técnico del Barça de defensas de ese tipo. Y la mayor singularidad que le da el central es su condición de zurdo. No tiene ninguno en su plantilla. Hasta cinco centrales, antes de la retirada de Piqué, llegó a disponer en su plantilla Xavi.

Los cuatro centrales de la plantilla azulgrana son diestros: Araujo, Christensen, que jugó en la izquierda la pasada temporada, Koundé, recluido al final de lateral, y Eric García

Pero ninguno con la pierna izquierda como su natural, con lo que eso implica en la elaboración del juego porque le permite otra perspectiva. Araujo, Christensen, Koundé, aunque destinado, un año más, al rol de lateral, y Eric García son diestros.

Marcos, Araujo, Torre y Christensen.

Marcos, Araujo, Torre y Christensen. / David Ramírez

Además, el experimento de ubicar la pasada temporada a Marcos Alonso como central zurdo no le complació del todo a Xavi. De ahí, la necesidad de tener un auténtico especialista para ese flanco de la zaga, que le permita disponer de un guardaespaldas para que Balde, quien aún no ha renovado, vuele por toda la banda izquierda.

Toda su carrera en el fútbol vasco

A Iñigo le toca asomarse, ya en los años finales de su carrera, a un escenario desconocido. Ha transitado el jugador siempre por la cornisa norte del fútbol español (creció y se formó en San Sebastián con la Real Sociedad antes de viajar a Bilbao), lejos del epicentro de poder. Hasta que Xavi lo recluta para un Barça que requiere de un defensa de esas características, que se enfrenta, además, a una maldición que anida en el Barça desde hace años. ¿Cual? La maldición del central zurdo.

Umtiti, a su llegada a Lecce.

Umtiti, a su llegada a Lecce. / @OfficialUSLecce

Los dos últimos especialistas en este área (Umtiti, ya desvinculado definitivamente del club azulgrana, y Lenglet, que negocia su salida también tras vivir cedido el curso pasado en el Tottenham) no tuvieron continuidad. Ambos franceses. Y toca remontarse a otro francés, que vino como lateral izquierdo, aunque Guardiola lo recicló, y con mucho éxito, como central zurdo, para hallar un jugador fiable, regular y solvente. Era Eric Abidal.

Lenglet, en su presentación oficial como jugador del Tottenham.

Lenglet, en su presentación oficial como jugador del Tottenham. / @SpursOfficial

Desde entonces, esa zona ha estado perseguida por un extraño e inexplicable mal fario. Basta recordar, por ejemplo, que el Barça del tridente y el triplete (2015) ganó la Champions en Berlín colocando Luis Enrique a dos centrales diestros en su once inicial: Piqué y Mascherano, medio centro reconvertido. Ahora aparece Iñigo Martínez para terminar con esa fatalidad.