LAS CRÍTICAS DE MADRID

Xavi, sobre el clásico: "Ganas 0-1 y parece que no convence; si hubiera sido al revés sería fiesta nacional"

"Tenemos una idea muy clara de juego que, si no se da, aun ganando, la gente no está satisfecha", acepta el técnico

Xavi, en el entrenamiento previo del Barça a la visita del Valencia.

Xavi, en el entrenamiento previo del Barça a la visita del Valencia. / FCBARCELONA

Joan Domènech

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Con las mismas bajas del Bernabéu (Pedri, Lewandowski y Dembélé) más la del sancionado Gavi, recibe el Barça al Valencia con el ánimo más tranquilo. La victoria copera ha devuelto la confianza para la Liga, del mismo modo que la derrota de Almería había cultivado el miedo antes de afrontar la ida de la semifinal en Madrid.

Pero no han faltado las críticas, por supuesto, al gran triunfo del Barça sobre el Madrid. "Ganas 0-1 y parece que no convence; si hubiera sido al revés, sería fiesta nacional", decía Xavi, lo que le permitía corroborar una vieja reflexión suya acerca de que el Barça "es el club más difícil del mundo". Entre otras razones, Enríquez Negreira aparte, por las valoraciones futbolísticas que se efectúan de todos los partidos. "Lo dije una vez y me cayeron hostias como pianos. Es así", repetía el técnico.

Xavi saluda a Ancelotti antes del Madrid-Barça copero en el Bernabéu.

Xavi saluda a Ancelotti antes del Madrid-Barça copero en el Bernabéu. / Afp

Ganar y gustar

Al once blaugrana no le basta con vencer, a diferencia de todos los demás equipos, empezando por el Madrid, en los que el juicio empieza y acaba en el resultado. "En el Barça hay que ganar y convencer con el juego, tener un 70% de posesión, generar 17 ocasiones y que el contrario solo te cree 3", desgranaba Xavi, que ya fue el primero en admitir que la victoria no llegó de la forma que esperaba. Y en subrayar que le complació mucho más el triunfo de la Supercopa, donde el Barça impartió una lección al rival.

El miércoles, en el Bernabéu, el Barça no pudo imponer su estilo. Solo impuso su eficacia. De cuatro remates, dirigió bien dos y marcó un gol. El Madrid probó 14 remates y ninguno iba entre los tres palos.

"Había un contrario que es vigente campeón de Liga y de la Champions", ponderó sobre ese Madrid que no puso a prueba a Ter Stegen. No quiso entrar en los análisis partidistas de algunos medios de comunicación; prefirió aludir a la idiosincrasia del club azulgrana. "Nosotros tenemos una idea muy clara de juego que, si no se da, aun ganando, la gente no está satisfecha", comentó sin acritud.

Las mismas bajas y una más

De vuelta a la Liga, habrá una baja más. Xavi no se sentará en el banquillo. Sancionado como si fuera un futbolista, como Gavi, las cinco amonestaciones de la Liga (mas otra en la Champions y la última en la Copa) le envían a presenciar el partido en la grada. Dirigirá el duelo su hermano Òscar, que ejercerá de primero en el césped y será Sergio Alegre, el otro ayudante, quien le cuchichee lo que diga el jefe desde el cubículo de los técnicos en la tribuna.

El Valencia no es lo que era, pero el declive que apunta no reduce su peligrosidad. La angustia del descenso extraerá la máxima capacidad de sufrimiento y sacrificio en un equipo que ha reaccionado con la llegada de Rubén Baraja al banquillo. Anda en una situación muy parecida a la que estaba el Almería la pasada semana. El aviso está instalado en el vestuario. Xavi ha procurado cambiar el chip del grupo. "El Valencia también se juega la vida", recordó a sus pupilos.