4 PARTIDOS, 4 DERROTAS

Viktoria Pilsen, un canto a la desesperanza del Barça

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Marcos López

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No es ninguna exageración. El Barça de Xavi, que se ha casi autocondenado por sus errores propios (falta de puntería en Múnich, caos táctico en Milán unido al "vergonzoso arbitraje", denunciado por el técnico con argumentos razonables, y enloquecido duelo con el Inter en el Camp Nou), está en manos del segundo peor equipo de la Champions.

Lo dicen los números y lo certifica el juego, triste, insípido, rústico y hasta anticuado del Viktoria Pilsen, que debe ayudar a los azulgranas a no precipitarse al abismo de la Europa League. Pero el fútbol del líder de la Liga checa transita por la mediocridad cuando se asoma a Europa.

Solo el Rangers lo ha hecho peor

Cuatro partidos, cuatro derrotas, cero puntos de 12 posibles, solo tres goles a favor y 16 encajados (-13), un desastroso balance solo superado por el Rangers escocés, que no ha arañado ni un solo punto (lleva 0) en el grupo A aunque su balance es mucho más dramático aún: 1 tanto marcado y 16 recibidos (-15).

Al Viktoria se encomienda el Barça después de haber provocado la resurreción deportiva de Simone Inzaghi, el técnico del Inter. Hace tres semanas estaban preparando el finiquito para el entrenador italiano, sometido a una tormenta de críticas porque su equipo no chutaba.

Skriniar, el defensa del Inter, en el último entrenamiento antes de recibir en Milán al Viktoria Pilsen.

Skriniar, el defensa del Inter, en el último entrenamiento antes de recibir en Milán al Viktoria Pilsen. / Afp

"Es una finalísima, solo nosotros pensábamos estar aquí, nos falta el último paso", dice Inzaghi, el técnico del Inter, a quien una victoria sobre el Viktoria le lleva a octavos

Pero aquel chut de Çalhanoglu desde fuera del área, unido al desbarajuste táctico del Barça en la primera hora de partido, y el infame arbitraje de la media hora final cambiaron el panorama. Ahora, tras el 3-3 del Camp Nou, es dueño de su destino. "Es una finalísima", pregonó Inzaghi, quien tras estar arrojado a la oscuridad no quiere desaprovechar la oportunidad de lograr una victoria que le lleve directamente a los octavos.

"Solo nosotros creíamos en esto cuando salió el sorteo de este grupo tan duro. Nos falta solo el último paso porque si no en Múnich será muy duro", añadió el técnico interista. No le falta razón.

Ni el Barça imaginó en la penúltima jornada ponerse a los pies del Viktoria, que domina en su país (cuatro victorias y un solo empate en los cinco últimos partidos de Liga, con cuatro puntos de ventaja y un encuentro menos que el Slavia de Praga), pero es irrelevante fuera.

Y vuelve Lukaku

Además, el Inter recupera a Lukaku, tras casi 6 0 días de baja. Otra amenaza para esa endeble defensa checa, agujereada como revela la media de cuatro goles encajados por partido. El problema no está solo atrás. El Viktoria dispara poco. Y mal. Apenas 40 tiros ha firmado el inofensivo conjunto checo. Solo 11 a puerta. O sea, uno cada 32 minutos, por lo que reduce aún más el margen de esperanza para el Barça.

El equipo checo ha firmado 11 disparos a puerta en 4 partidos de Champions. O sea, uno cada 32 minutos

"Tenemos que mejorar mucho e intentar marcar un gol para hacerle el partido lo más incómodo posible", apuntó Václav Jemelka justo antes de aterrizar en Milán, expresando un deseo al que se une todo el barcelonismo. “Ojalá atormentemos al Inter y finalmente sumemos puntos", reveló el jugador checo.

A Xavi, en cambio,ni le quedaron ganas de lanzar un mensaje de ánimo al equipo que juega hoy por ellos dos horas antes en el Giusseppe Meazza. "Ya solo falta que les tenga que decir algo…", afirmó el técnico azulgrana con una sonrisa que escondía indisimulad resignación y, por supuesto, hasta fatalidad porque el destino no está en sus manos. «Estoy para dirigir al Viktoria Pilsen… ¡Ya lo que me faltaba!…".

Lo que le faltaba al Barça de las palancas, con Lewandowski convertido en gran estrellas, es depender de un equipo que no ofrece ninguna garantía, por mucho que el fútbol esconda desenlaces perversos. "Noté la reacción de la afición del Barça, pero nosotros jugamos para el Viktoria. No nos detendremos en todas las cosas que se dicen", argumentan desde el vestuario checo, mientras Bílek reclama a su equipo que sea "audaz". 

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