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FC BARCELONA-INTER MILAN (3-3)

El Barça pende de un hilo en la Champions al empatar con el Inter

Lejos de volver a volar a partir del 1-0, el Barça se estampa otra vez en casa. Incapaz de batir a su rival directo, el once de Xavi ha de ganar al Bayern y al Viktoria y esperar que el Inter tropiece ante los mismos equipos.

Piqué y Dembélé representan la desolación del equipo con la alegría del Inter de fondo.

Piqué y Dembélé representan la desolación del equipo con la alegría del Inter de fondo. / Jordi Cotrina

Joan Domènech

Joan Domènech

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Algo parecido a un milagro necesita el Barça. Incapaz de conseguir el objetivo por sus propios méritos, necesitará la ayuda de los demás para seguir en al Champions. Necesitará que el Bayern y el Viktoria Pilsen ganen al Inter al que no supo derrotar en una paranoia de partido, en el que el Barça volvió a volar, se estampó en el suelo, y pudo recomponerse, pieza a pieza, para no quedar inservible.

Lo que puede suceder dentro de dos semanas. Porque, esta es otra, el Barça ha de sumar dos victorias (en casa, sobre el Bayern y fuera, en Pilsen) y esperar el tropiezo del cuadro italiano, que recibirá primero a los checos en San Siro.

Gosens supera a Ter Stegen.

Gosens supera a Ter Stegen. / Jordi Cotrina

Un gol de Dembélé puso en órbita al equipo, pero un error de Piqué abortó el vuelo.

Demacrados por todo

El Barça pende de un hilo, y así se veía en la cara de los futbolistas, demacrados por el disgusto y descompuestos por el agotamiento de tanto remar y remar para, si no fallecer, si desmayarse en la orilla. El empate, o los empates sucesivos de Lewandowski, en una lección de orgullo de un equipo que se resistía a claudicar, evitó la eliminación directa en un Camp Nou que no se merecía semejante castigo y que creyó en sus muchachos hasta el pitido final.

Queda aplazado el certificado del segundo descenso consecutivo a la segunda división europea, un declive sellado por duplicado, por si se hubiera borrado la ignonimia de la pasada temporada. La reconstrucción del equipo, comprados todos los materiales y colocados cada uno en su sitio, no se ha completado con la solidificación de un producto con muchos componentes.

El equipo no remonta el vuelo, y no solo porque Dembélé se colocara a los mandos. Fallaron otras piezas. Las más desgastadas por el uso. Cumplieron su función y ahora exigen un recambio inmediato. Las circunstancias impiden el relevo.

Lewandowski cabecea a la red en el tercer gol azulgrana

Lewandowski cabecea a la red en el tercer gol azulgrana / JORDI COTRINA

Xavi arriesgó con el sistema, que funcionó hasta el caos desatado a partir del 1--2.

Errores graves

El fútbol denunció a Piqué y Busquets, viejos compañeros de Xavi, como autores de dos errores que socavaron la recuperación del Barça a través del trabajado gol de Dembélé, que nació de la porfía de Raphinha, la intuición de Sergi Roberto de dibujar una línea de pase inexistente y la ambición de Dembélé que venía corriendo dese la otra punta. Era el gol de la final que necesitaba ganar el Barça.   

Fue un Barça hasta el gol y otro después del gol. Conseguido el objetivo mínimo, imprescindible, básico, aquel equipo ansioso bajó de revoluciones.

Pedri remata ante Onana.

Pedri remata ante Onana. / Jordi Cotrina

Entró en el vestuario feliz y feliz reapareció, sin la tensión competitiva mínima. como exhibió Piqué en un descuido inaceptable para una noche tan crucial. Uno de los últimos emblemas que quedan del mejor Barça conocido participando en su hundimiento. Su actuación justificó la suplencia de un Xavi que aún no inicia ninguna era.   

Anduvo a remolque a partir de entonces el equipo, condicionado ya, entonces sí, por la ansiedad, y se sucedieron los errores defensivos. La pasividad de Piqué en el 1-1 se repitió en el 2-3 al dejar marcharse a Lautaro en busca de un saque de Onana. El afortunado empate solo pudo restablecerse con un segundo tanto de Lewandowski que traslada al Barça a la sala de paliativos.

Piqué y Lautaro pugnan por la pelota

Piqué y Lautaro pugnan por la pelota / JORDI COTRINA

Ter Stegen aparece

La velocidad y la intensidad que quería inyectar Xavi la buscó a través de Sergi Roberto como lateral derecho y mediante Dembélé de extremo izquierdo. El francés, que se colocó en la derecha en San Siro, se enfrentó a Dumfries, un exextremo, veloz y de rápida reacción. Corrigió pronto el empanado Dembélé otro despiste de los suyos cuando al salir al campo se ubicó como exterior derecho, hasta que Raphinha le echó de la zona.

El cuadrado de Milán quedó enterrado y se vio al Barça con su perfil más reconocible, con tres de sus cuatro capitanes, orillado solo Jordi Alba, esta vez por la displicencia exhibida ante el Celta que tan cara pudo costar.

El cuadrado de Milán quedó enterrado y se vio al Barça con su perfil más reconocible, con tres de sus cuatro capitanes, orillado solo Jordi Alba, esta vez por la displicencia exhibida ante el Celta que tan cara pudo costar.

Pedri exhausto en el césped del Camp Nou durante el partido

Pedri exhausto en el césped del Camp Nou durante el partido / JORDI COTRINA

Con Sergi Roberto, el Barça pasaba del reconocible 4-3-3 al 3-4-3 de las ocasiones agónicas, que era el caso.

Un dibujo elástico

Sergi Roberto permitió la elasticidad del dibujo táctico. Fue el lateral derecho en disposición defensiva y era el interior derecho con la posesión del balón, empujando hacia adelante a Pedri para que se acercara a Lewandowski. Pasaba el Barça del 4-3-3 reconocible al 3-4-3 de las ocasiones agónicas, que era el caso. El empuje del Barça era tal que, por momentos, solo permanecía Piqué en el círculo central.

Se instaló el equipo lombardo alrededor del área a ver pasar el tiempo. Nada que no se supiera. El italianismo futbolístico en toda su extensión, jugando con los nervios del rival, ahora perdiendo tiempo, ahora con faltas tácticas en zonas inofensivas, y saliendo con el colmillo a la que se presentaba una oportunidad más o menos decente de probar una aventura.

La primera heló al Camp Nou: Dzeko remató al travesaño. La segunda, de Dumfries, encontró el brazo de Ter Stegen. Encajó tres goles el meta azulgrana y fue el mejor del equipo. Revelador.

Inzaghi y Xavi se saludan antes de iniciarse el partido

Inzaghi y Xavi se saludan antes de iniciarse el partido / JORDI COTRINA

Ficha técnica

Barcelona: Ter Stegen (10); S. Roberto (7), Eric (8), Piqué (3), Marcos (5); Pedri (6), Busquets (4), Gavi (7); Raphinha (7), Lewandowski (8), Dembélé (7).

Técnico: Xavi Hernández (6).

Cambios: Ansu Fati (6) por Raphinha (m. 64); De Jong (6) por Busquets (m. 64); Balde (sc) por Marcos (m. 73); Kessié (sc) por (m. 73); Ferran (sc) por Gavi (m. 82).

Inter: Onana (5); Dumfries (9), Skriniar (8), De Vrij (8), Bastoni (7), Dimarco (4); Barella (7), Çalhanoglu (6), Mkhitaryan (5); Lautaro (8), Dzeko (7).

Técnico: Simone Inzaghi (4).

Cambios: Darmian (6) por Dimarco (m. 67); Gosens (7) por Çalhanoglu (m. 76); Bellanova (sc) por Dzeko (m. 76); Asllani (sc) por Baella (m. 85); Acerbi (sc) por Bastoni (m. 85).

Goles: 1-0 (m. 39), Dembélé; 1-1 (m. 50), Barella; 1-2 (m. 63), Lautaro; 2-2 (m. 82), Lewandowski; 2-3 (m. 89), Gosens; 3-3 (m. 92), Lewanodwski.

Árbitro: Szymon Marciniak (3), polaco.

Tarjetas: Lautaro (m. 52), De Vrij (m. 55), Dembélé (m. 78), Mkhitaryan (m. 84).

Tarjetas rojas: Inzaghi (m. 94).

Estadio: Camp Nou (92.302).

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