Luuk de Jong, el suplente heroico

Había marcado, hasta entonces, solo un gol. Un intrascendente gol al Levante (3-0), en la jornada 7, cuando el Barça de Ronald Koeman ya insinuaba un declive, precisamente por la falta de goles. Luuk era uno de los culpables de la falta de acierto, culpabilidad doble por ser una petición expresa del entrenador en el agónico último día de mercado cuando el club decidió desprenderse de Antoine Griezmann.

Un par de veces...

"Marcar un gol es una gran sensación, y marcar en el último minuto es una sensación mucho más especial; lo he hecho un par de veces en mi carrera y es increíble", decía De Jong sobre el césped del Ciutat de València, donde remató la trabajosa remontada de un Barça que sufrió tres penaltis en contra por primera vez en la historia. Al hecho histórico vivido por el club a nivel particular, se añadió que el Barça se convirtió en el primer club de la Liga que ganaba un partido con tres penaltis adversos.

Se marchó Koeman, a quien no pudo salvar con goles decisivos en las 9 apariciones (solo un tanto) y apareció Xavi Hernández, a quien ha dado seis goles en 13 intervenciones. La mayoría cruciales. Seis puntos se han ganado con el delantero, nacido en Aigle (Suiza) hace 31 años. No han sido solo un par de veces...

Inauguró el año 2022 con una de esas dianas, en el campo del Mallorca (0-1) que reportó tres puntos en un partido que Xavi no quería jugar. Contabilizaba el técnico 17 bajas y reclamaba la suspensión del duelo. Luuk, con un cabezazo y una chilena y otro tiro al poste levantó a un Barça que todavía no había dado síntomas de reacción tras el cambio de entrenador. Era el noveno partido de Xavi y se sumaba apenas la cuarta victoria.

Salvando puntos

Dos partidos después abría el marcador en Granada, victoria que se frustró en el minuto 89 (1-1). Y a continuación, en Arabia Saudí, en la Supercopa ante el Madrid anotaba el 1-1, pero el título se escapó en la prórroga (2-3).. En los tres partidos fue titular, privilegio del que se despidió tras la visita al Alavés con la llegada de los tres delanteros del mercado de invierno: Ferran Torres, Adama Traoré y Pierre-Emerick Aubameyang.

Habría sido el momento ideal para desprenderse de él y liberar una ficha federativa (la ficha económica la sufraga el Sevilla), que debe frotarse las manos ante la posibilidad de traspasarle y hacer negocio. Es un especialista. El club andaluz lo sabe. Luuk lo metió en la final de la Europa League de 2020 y luego firmó dos goles para darle el título.

Xavi, agradecido

"Tenemos esta baza de Luuk que es tremenda. No diría que es un actor secundario. Él es consciente de sus cualidades, sobre todo en los últimos minutos y nos ha dado muchos puntos. Estoy muy contento por él porque es un ejemplo para todos", dijo, agradecido, Xavi el domingo por la victoria que sumaba el Barça en el tiempo añadido. Gracias al quinto cabezazo del alto delantero holandés (1,88 m.). Cinco de los siete tantos han llegado por vía aérea.

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Pasó al banquillo Luuk y se convirtió en un suplente para las emergencias. Cada vez menos necesario porque los resultados sonreían y cada vez más determinante en sus apariciones. Lo llamó Xavi en el tiempo añadido en el derbi ante el Espanyol, que había remontado y cabeceó el centro de Adama a la red (2-2). Ante el Athletic apareció de forma testimonial, con el resultado protegido, y para ser homenajeado por el público, que coreó su nombre. Doblemente: al entrar en el minuto 85 y al marcar en el minuto 90. Gracias a otro centro de Dembélé, y con la cabeza, cómo no.El domingo, el centro llegó desde la izquierda y a través de Jordi Alba. "El equipo sabe lo que tiene que hacer cuando entro al campo", corroboraba el ariete holandés sobre las instrucciones que imparte Xavi. En los momentos de desesperación, balón al área. El resultado volvía a estar en peligro.

Ausente por covid

"Aunque no jugamos bien, encontramos la manera de ganar", decía Luuk, sin perder de vista, tampoco, que habrá que analizar el mal partido azulgrana, consecutivo al salvado ante el Eintracht. No pudo salir al rescate porque había dado positivo de coronavirus. Se perdió también el del Sevilla. "Este no es el nivel del Barcelona", admitió en la paradoja de ser un tipo imprescindible para los peores momentos. "Es difícil para los rivales porque han de reaccionar ante otro tipo de delantero. La gente conoce cuáles son mis cualidades", añadía Luuk de Jong, que tiene plenamente asumido cuál es su papel. El del suplente que a menudo es un héroe.