CITA DECISIVA EN EUROPA

El Barça, sin Ansu, llega a Múnich

Dembélé, en el aeropuerto de Barcelona, antes de coger el vuelo a Múnich.

Dembélé, en el aeropuerto de Barcelona, antes de coger el vuelo a Múnich. / FCBARCELONA

Marcos López

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No lleva ni un mes en el banquillo del Camp Nou. Pero cada partido se ha convertido en una final para Xavi. Aunque ninguno de los cuatro partidos anteriores (Espanyol, Benfica, el que más se acerca, Villarreal y Betis) tan trascendente como el que vivirá este miércoles en Múnich.

Será su primer duelo europeo fuera de casa. Y será, sobre todo, el examen definitivo. Si gana el Barça estará en octavos de final. Si pierde contra el Bayern y el Benfica empata o pierde en Lisboa, el camino de la aristocracia europea permanecerá abierto.

Abde por Ilias

Pero lo tiene que hacer con un ataque en precario. Lo mismo que le pasó en su día a Koeman. No tiene Xavi los delanteros que le marquen las diferencias necesarias, obligado como anda a recurrir a jóvenes que debían foguearse en el filial. No está Abde, titular contra el Betis, ya que no fue inscrito en la Champions ni reúne los requisitos que pedía la UEFA. Ha vuelto Ilias a la convocatoria.

Dembele, entre Pedri y Ansu Fati, en la grada del Camp Nou antes del Barça-Granada.

Dembele, entre Pedri y Ansu Fati, en la grada del Camp Nou antes del Barça-Granada. / Jordi Cotrina

Xavi, ni un minuto con Ansu

Aunque Ansu Fati, la gran esperanza de la delantera azulgrana, se ha quedado en Barcelona. No vuela a Múnich dejando a Xavi sin su mayor referencia ofensiva. En realidad, ni lo ha visto en el campo. Aún, no. Ni un minuto ha estado con el nuevo técnico. Y eso castiga de manera total al Barça.

Solo Sergi Barjuan lo ha tenido en esta Champions. Lo aprovechó a lo grande porque el gol de Ansu en Kiev le dio el triunfo (0-1) y la posibilidad de seguir respirando, aunque fuera de forma artificial, en Europa. 

Los números del añorado Ansu delatan el boquete que provoca su ausencia. Ocho partidos ha jugado solo esta temporada. Pero ha firmado cuatro tantos (tres en la Liga en sus cinco encuentros y el gol de Kiev en los tres choques europeos, ninguno completo, en que ha participado). 

Además, Memphis ni tan siquiera se ha estrenado en la Champions, provocando un serio debate sobre su encaje en la estructura ofensiva. Ante las ausencias de Braithwaite, que se operó en septiembre pasado, y del Kun Agüero, que padece una arritmia, el neerlandés está obligado a jugar de delantero centro.

Tampoco le quedan muchas más opciones a Xavi, a no ser que recurra, como ya hizo en los minutos finales del angustioso duelo con el Betis a Luuk de Jong, que no había participado nada en los tres encuentros anteriores.

Ese problema del ataque del Barça queda reducido en Europa a una cifra dramática: dos goles en 450 minutos (Piqué al Dinamo en el Camp Nou y Ansu al Dinamo en Kiev). Y necesita el equipo de Xavi marcar para depender de sí mismo y no confiar en lo que suceda en Lisboa.