Xavi también se queda sin gol

Hasta cinco atacantes empleó Xavi ante el Betis: Abde, Memphis, Coutinho, Dembélé y Luuk de Jong. Y solo uno, el exjugador del Liverpool, tiró a puerta. Lenglet, que cabeceó a la salida de un córner, y Araujo, en una acción idéntica, remataron a puerta. Dos disparos entre los tres palos de los centrales, uno solo de los 5 delanteros.

Y no por viejo (hace más de un año que se arrastra, mitigado siempre por la eterna efectividad de Messi) deja de ser grave. Con Leo en París acurrucando su séptimo Balón de Oro, el Barça se siente huérfano de gol.

Es un equipo que no amenaza ofensivamente, incapaz como resultan sus delanteros de generar peligro. Y cuando se asoman al área enemiga se convierten en balas de fogueo, convertidos casi todos (la ausencia de Ansu Fati obra un efecto devastador) en personajes secundarios.

Hasta los centrales, aunque sean en acciones a balón parado, son muchos más venenosos que el catálogo de delanteros que posee ahora el nuevo técnico, los mismos que tenía Koeman. Y el Barça, que en un solo año ha perdido a Suárez, Messi y Griezmann, va cambiando de ataque (el sábado fueron titulares Abde, recién llegado de Segunda B, procedente del Hércules, Memphis y Coutinho), pero con idéntico balance. Ni chutan. O cuando chutan tampoco enfocan bien.

No hay manera de solucionar ese problema que ha convertido a los azulgranas en los sextos máximos realizadores del campeonato. Suman 23 goles en 15 jornadas por detrás de Madrid (37), Atlético (27), Betis (26), Sevilla (25) y hasta el enorme Rayo de Iraola, que ha anotado 24 tantos, le superan. También el Valencia (24) después de los dos goles que le dieron el triunfo en Balaídos sobre el Celta (1-2) supera a los azulgranas.

El drama continúa como atestigua el pobre balance del Barça en sus tres últimos partidos en casa. 270 minutos de competición, 12 remates a puerta (seis contra el Espanyol en el debut de Xavi, tres ante el Benfica y otros tres frente al Betis) para firmar un solo gol.

El que rubricó Memphis de penalti en el derbi para tumbar al equipo perico. Luego, nada de nada, lo que provocó que sienta ahora el nuevo entrenador azulgrana la misma desesperación que padeció en su día Koeman.

"Más agresivos en ataque"

Xavi lo intenta todo. Pasó de jugar con un extremo natural (Abde) y otro postizo (Coutinho) a utilizar dos puros. Dembélé salió y se ancló en la banda derecha, enviando a Abde al flanco izquierdo.

Pero ni así halló el técnico soluciones ofensivas para un equipo al que marcar un gol (hizo, eso sí, tres al Villarreal)en el Camp Nou se le transforma casi en una obra faraónica. Queda Memphis, el faro de la delantera, en el centro del debate .

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"Hay que ayudarle a entender el juego... también nos ayuda y se desmarca en profundidad y no lo encontramos", dijo el técnico siendo autocrítico por la falta de conexión con el ‘nueve’. "Generamos cosas, pero hay que ser más agresivos en ataque", suplicó Xavi, asumiendo la necesidad de chutar más y mejor, además de enfocar bien.