"ENMARCARÉ LA CAMISETA DE LA SELECCIÓN", DICE

Gavi, visto por sus entrenadores: "Es descarado, pillo, con personalidad"

Todo el mundo se rinde a la irrupción vertiginosa del jugador del Barça, convertido ya en el más joven debutante en la selección

"No me esperaba salir de titular, pero estaba atento para cualquier cosa. He intentado siempre ser yo mismo", dice el futbolista

Gavi, en su estreno con la selección española en San Siro ante Italia.

Gavi, en su estreno con la selección española en San Siro ante Italia. / Afp / Franck Fife

Marcos López

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"Mira, Fernando. ¡Mira la qué está liando tu amigo Gavi!". El mensaje de Lupi, técnico del Chiclana, que había estado previamente en la cantera del Betis, apareció ayer a primera hora en el móvil de Fernando Cáceres, el entrenador que tuteló la primera aparición de ese talento con la camiseta verdiblanca, recién llegado de La Liara Balompié, el club sevillano y decano de Los Palacios y Villafranca equipo de fútbol de Los Palacios, no excesivamente grande (38.000 habitantes), que ha dado al fútbol español talentos como Jesús Navas, Fabián Ruiz y ahora ha enseñado a Europa a Pablo Martín Páez Gavira. Simplemente, Gavi.

El chico más joven en debutar con la camiseta de España. El niño que marcó a Verratti ("me han dicho que era su ídolo y lo ha hecho genial", reveló Luis Enrique) como si no lo conociera de nada. El adolescente, ni tiene edad para llevar un coche ni tampoco para votar, no paró de coleccionar elogios por una aparición descomunal en la semifinal de la Liga de las Naciones. 

"No me esperaba salir de titular, pero estaba atento para cualquier cosa. He intentado siempre ser yo mismo. Enmarcaré esta camiseta""

— Gavi, jugador de la selección

"Es un sueño para mí. Un sueño escuchar ese himno. No me esperaba salir de titular, pero estaba atento para cualquier cosa. He intentado siempre ser yo mismo", confiesa Gavi, el niño que ha provocado una irrupción vertiginosa. No hace ni 15 meses que estaba jugando en el cadete del Barça. Ahora, es titular con el primer equipo de Koeman y la España de Luis Enrique.

"Me han aconsejado mucho los jugadores con más experiencia. Me dijeron que estuviera tranquilo y jugara como yo sé", admite con ese aplomo con el que juega. Es un niño, pero juega como un anciano, como si llevara años y años de poso en sus botas. "Voy a enmarcar esta camiseta", confiesa tras entrar en el vestuario con una herida en el pecho. "No sé ni yo qué paso. Creo que fue un agarrón con Verratti. Creo, eh".

Mientras él entraba en el vestuario, ya sin el ‘9’, el dorsal de los goleadores, iba rememorando lo que ocurrió en su estreno. Con el '9', pero jugó por el flanco derecho con tal personalidad que se llevó por delante a uno de los pósters de su infancia, además de robarle balones y ganarle duelos individuales a Jorginho, uno de los mejores centrocampistas del continente.

Gavi festeja el segundo gol de Ferran Torres a Italia en la semifinal de la Liga de las Naciones.

Gavi festeja el segundo gol de Ferran Torres a Italia en la semifinal de la Liga de las Naciones. / @SeFutbol

"Lo veía en la tele y pensaba:¡Dios mío! Está haciendo lo mismo que cuando era benjamín con nosotros. Es el niño de siempre, pero un poco más mayor", rememora Fernando Cáceres, el técnico que lo tuvo en aquel año donde "marcó 96 goles en la Liga. ¡Pero solo en la Liga, eh! Si contamos torneos u amistosos, ya ni te digo", afirma asombrado porque Lupi, otro técnico que dirigió a Gavi en su etapa formativa en el Betis, antes de recalar en el Barça, sigue igual de asombrado que él.

"Es un nervio, no para quieto. Es competitivo, solo le interesa el fútbol", cuentan desde La Masia

Vasco, Cáceres, Lupi, Marc Serra, Sergi Milá.... La lista de formadores es amplia. Y todos tienen algo en común. Sabían que era bueno, realmente bueno. Pero nadie imaginaba que fuera tan deprisa. "Es un nervio, no para quieto. Solo le interesa el fútbol. ¿Competitivo? Muchísimo", cuentan desde La Masia, donde Gavi recibió, precisamente, la noticia de su inclusión en la convocatoria de la selección.

Vive como si nada hubiera cambiado. Hace la misma vida que si estuviera en julio cuando parecía ir destinado al Barça B, donde solo ha jugado tres partidos. Su figura, pequeña, diminuta y con paso lento, es habitual por las tardes en el centro de entrenamiento del Barça. Está con los amigos y va a ver partidos de los amigos. Uno más. Pero no es uno más.

"Es un jugador callejero, de esos que ya no existen porque no se juega en la calle. Y porque, además, es descarado, pillo, con personalidad. No se arruga nunca"

— F. Cáceres, extécnico de Gavi en el Betis

Tampoco su fútbol es normal. "Eso ya lo habíamos visto aquí antes», dice Manuel Vasco, el técnico de la Liara, el primero que tuvo que tuvo el honor de recibir antes que nadie a una joya. Y ya con seis años jugaba con la lengua empujando su pómulo imitando sin saberlo un clásico gesto de Michael Jordan. "Sí, sí ya lo hacía de niño", revela preocupado temiendo que no le pasara algo con esa manía.

"Yo lo cogí en el Benjamín A. Pero duró poco porque se fue de alevín al Barça", dice Cáceres, recordando el partido en que cambió todo. Ganó el Betis (5-0), precisamente, al equipo azulgrana en la final del Mundialito que se jugó en Portugal. Pero perdió a Gavi. "Es un fenómeno. Ya tenía mucha, mucha, mucha personalidad porque era muy, muy competitivo", apunta.

Gavi festeja el pase a la final de la Liga de las Naciones tras ganar a Italia.

Gavi festeja el pase a la final de la Liga de las Naciones tras ganar a Italia. / @SeFutbol

La nuova stellina della Spagna

Se llevó la final, pero también vio partir a Gavi, que tenía 11 años, camino de Barcelona. "Es un jugador callejero, de esos que ya no existen porque no se juega en la calle. Y porque, además, es descarado, pillo, con personalidad. No se arruga nunca. Cuando algo iba mal en un partido, me decía siempre lo mismo:¡‘Míster, que me den el balón a mí! ¡Qué me lo den!", explica Cáceres.

"Él decide siempre antes de recibir. Con el control orientado ya regatea y se quita de en medio a rivales. Solo con el movimiento del cuerpo"

— F. Cáceres, extécnico en el Betis

Esa final fue su despedida del Betis. "Ganamos en la semifinal al Sporting de Portugal y ellos al Benfica. Ganamos al Barça 5-0 y Gavi metió tres goles. Tenía mucho descaro. Fue elegido el mejor jugador del torneo, claro", recalca el exentrenador del benjamín del Betis, quien recuerda una anécdota en el vestuario antes del partido. "Manuel, te lo voy a decir delante del míster, eh", se refería al coordinador de la cantera bética. "Si nosotros ganamos tienes que comprarnos un helado a todos, eh!! Vamos a ganar y yo meteré dos o tres goles", apunta.

Eric García y Ansu con Gavi y Nico tras el 2-1 del Barcelona al Getafe.

Eric García y Ansu con Gavi y Nico tras el 2-1 del Barcelona al Getafe. / FCBARCELONA

Dejarlo "volar libre"

Dicho y hecho. Ganó el Betis y él marcó tres goles. "Era muy diferente a todo lo que habíamos visto en Andalucía. Lo tenía todo, calidad, sacrificio y humildad. Él decide siempre antes de recibir. Con el control orientado ya regatea y se quita de en medio a rivales. Solo con el movimiento del cuerpo y la manera en que se perfila", explica el técnico.

Que se lo pregunten a Verrati. O a Jorginho. O a Marcos Llorente. Siendo pequeño como es, Gavi tiene una gran fortaleza física. "Es un jugador que ya no vemos porque los entrenadores, ya desde la cantera, le cortamos un poco la creatividad. A esos futbolistas como Gavi hay que dejarlos que sean libres".

"Gavi es una excepción, él es Francesco Totti, llamémosle así"

— Albertini, exjugador Milan y Barça

Así ocurrió en San Siro donde Italia, que lo ha bautizado como ‘la nuova stellina della Spagna’, quedó asombrada por ese duende palaciego que irradia. "Gavi es una excepción, él es Francesco Totti, llamémosle así", dice admirado Demetrio Albertini, exjugador del Milan y Barça, a la agencia Ansa, implorando a los entrenadores de su país a que sigan el camino emprendido por Luis Enrique. Suplicándoles casi que sean igual de valientes que lo ha sido el asturiano con Ansu Fati primero, luego con Pedri y ahora con Gavi.

"Es totalmente anormal lo que ha hecho, jugó como si estuviera en el patio de su casa", confesó Luis Enrique, el hombre que siguió su intuición, tal y como hizo Koeman en su día en el Camp Nou. Ni ha pasado Gavi por la selección sub-21, el prólogo a la absoluta. Es tal su calidad y talento que derriba barreras de todo tipo. "Tiene la cabeza muy bien amueblada, el entorno es muy bueno. Con él, ganamos todos los derbis al Sevilla", apunta feliz Cáceres, mientras el Barça trabaja desde hace días en la renovación de ese talento que asegura el futuro.

"Siempre me ha gustado mucho Andrés Iniesta", afirma Gavi desde que llegó al Barça

Tiene contrato hasta el 2023 y está representado por Iván de la Peña. Pudo irse con ofertas mejores a Inglaterra como su amigo Juan Larios, el defensa, que firmó en septiembre del 2020 por el Manchester City. Andaluz como él, decidió irse a Inglaterra Gavi, no. Gavi quería quedarse. Y se quedó, siguiendo la estela de una de sus referencias.

Koeman saluda a Gavi en el último entrenamiento.

Koeman saluda a Gavi en el último entrenamiento. / Alejandro García / Efe

El club trabaja en su renovación hasta el 2026 para apuntalar el futuro junto a la continuidad de Ansu Fati y Pedri

"Siempre me ha gustado mucho Iniesta", recalca el joven, paciente como es, al igual que la estrella nacida en Fuentealbilla. Él llegó a Barcelona y debió esperar seis meses para jugar por la sanción de la FIFA. Se trajo, a diferencia del manchego, a toda su familia. Pero solo se quedó un año. "Yo quiero ir a La Masia", les dijo Gavi a su padres, que volvieron a Los Palacios mientras él, como si fuera Iniesta, construía su relato en silencio.

El jugador estuvo con su familia un año en Barcelona. Luego, ellos regresaron a Los Palacios y él se instaló en La Masia

Ahora ese silencio ha quedado roto por la magia que desprende su fútbol. No es Iniesta ni tampoco Xavi. Es un interior distinto. Con el sello de la escuela del Barça pero el origen de todo radica en Los Palacios. "Todo ha ido muy rápido", admite Cáceres. "¡Vaya fenómeno que firmamos!", le decían después los entrenadores formativos del Barça a su colega andaluz. "Claro, os dimos un meneo con aquel 5-0", recuerda feliz el extécnico del Betis con esa sonrisa que no le abandona desde que vio a su niño dictar una lección en la catedral de San Siro.

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