CONTRATIEMPO PARA KOEMAN

Otoño duro sin Ansu

Messi y Ansu Fati tras uno de los goles que marcó el joven delantero al Villarreal.

Messi y Ansu Fati tras uno de los goles que marcó el joven delantero al Villarreal. / periodico

Marcos López

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Otoño duro para Ansu Fati. Duro para él, que cruzará hoy la puerta del quirófano para ser intervenido por el doctor Ramon Cugat de la grave lesión en la rodilla izquierda que padeció ante el Betis. Duro porque esa rotura del menisco interno que notó al ir a buscar el balón en la jugada que provocó el penalti errado luego por Griezmann frena en seco una carrera prodigiosa.

Todavía no confirma el club si habrá sutura del menisco roto o, al final, se le extraerá

Poco más de un año como profesional en los que Ansu ha ido batiendo todo tipo de récords. Tanto con el Barça, convertido en una de las grandes sensaciones del proyecto de Koeman, después de que Valverde le abriera la puerta del Camp Nou, como en la selección española. Marco Asensio (Madrid) ocupará su plaza en el equipo de Luis Enrique.

Cuando Ansu iba a buscar ese balón en el área de Bravo, adelantándose a Mandi y Bartra, dos centrales que no supieron detectarle, no sabía que la rodilla izquierda quedara atrapada en el césped de tan mala manera que se le rompió el menisco. Aún así, el joven resistió en el campo.

Malas noticias

La jugada en la que sufrió ese grave percance, que le puede tener más de tres meses de baja, ocurrió en el minuto 31. Pero Ansu completó toda la primera mitad, siendo incluso amonestado con una tarjeta amarilla (m. 37) cuando peleó por un balón en el centro del campo. Al llegar al vestuario, y tras ser explorado por los médicos del Barça, se tomó la primera decisión.

Vive el delantero sus peores horas como profesional tras una irrupción espectacular

No salió en la segunda parte, siendo sustituido por Messi, quien cambió, y para bien del equipo de Koeman, el paisaje del encuentro. Se pasó del 1-1 al 5-2 final, con dos goles del capitán (uno de penalti) y una asistencia a Griezmann sin necesidad siquiera de tocar el balón.

Ansu, entretanto, comenzaba a recibir malas noticias. Vivía sus peores horas como futbolista profesional después de un año lleno de luz y optimismo gracias a su fútbol alegre y dinámico.

Dos horas después del triunfo sobre el equipo andaluz, el Barça informaba de la "rotura del menisco", sin dar pistas sobre el tratamiento a seguir. Era un escueto comunicado en el que ya se advertía, eso sí, de la gravedad de la lesión.

Pero necesitaba Ansu Fati evaluar más consultas con especialistas de su confianza, como el doctor Ramon Cugat, el mismo que operó a Ter Stegen de la rodilla derecha en agosto pasado.

Segundo comunicado

El joven delantero acudió a la cita con Cugat para verificar que el diagnóstico inicial era acertado. Eso sucedió el domingo por la mañana. Poco después, el club emitia el segundo comunicado médico en menos de 24 horas para anunciar la operación, pero sin dar datos concretos sobre el tiempo de baja.

Ni tampoco sobre si se adoptará la solución más conservadora -suturar el menisco roto- que es, a la vez, la que ampliaría su ausencia, por encima incluso de los tres meses.

Proteger la carrera

Será Cugat quien determine, una vez explore la rodilla izquierda en el quirófano, si se mantiene el menisco, como recomiendan los pronósticos más prudentes, o se termina finalmente extrayendo. La edad del jugador (18 años) es, también, un factor influyente para no correr riesgos, por mucho que su ausencia dañe, y bastante, el proyecto que está construyendo Koeman. Pero bajo ningún concepto se quiere poner en riesgo la carrera deportiva de Ansu, recién iniciada.

Con 13 años tuvo una fractura de tibia y peroné que le hizo estar 10 meses de baja

Todo dependerá, por supuesto, del estado en que se encuentre el menisco dañado una vez se inicie la artroscopia, que estará supervisada también por los servicios médicos del Barça. Será entonces cuando se determine, ya con toda exactitud, si serán dos, tres o cuatro meses de baja.

Segunda grave lesión

Lo que parece evidente es que Koeman no tendrá en este 2020 a Ansu, que se enfrenta al primer gran obstáculo como profesional. Pero no es, ni mucho menos, de la gravedad que vivió cuando jugaba en el Cadete B del Barça. Era diciembre del 2015. Tenía entonces 13 años. Y bajó al Infantil A para ayudarle en el derbi contra el Espanyol, pero con tan mala suerte que padeció una rotura de la tibia y el peroné de la pierna derecha.

Parece hasta irreal que un niño de 18 años tenga tanta influencia en el equipo. Pero es real

Tuvo que abandonar el campo en ambulancia, mientras sus compañeros se echaban las manos a la cabeza, conscientes de que sufría una lesión realmente importante. Y lo fue porque Ansu estuvo 10 meses de baja, con unas molestias, además, en la tibia que se fueron arrastrando un par de años más.

Ahora, y a la espera del diagnóstico definitivo, Ansu no deberá estar tanto tiempo lejos del campo. Pero deja un hueco en el ataque del Barça que será difícil de llenar. No será, por lo tanto, un otoño duro para él sino también para el equipo de Koeman, obligado a reformular su modelo táctico. Parece hasta irreal que un niño de 18 años tenga tanta influencia. Pero es real.

Tres en uno

Pierde el técnico al segundo máximo goleador y pierde, sobre todo, a un jugador multifuncional, capaz de arrancar desde la banda izquierda, su posición natural, y ser decisivo como delantero centro, como demostró en el clásico con el Madrid donde rubricó el único gol azulgrana superando por velocidad y astucia a Ramos y Varanne.

O sea, Ansu era un dos en uno. Incluso un tres en uno porque Koeman recurrió a él como extremo derecho en su aparición ante la Juventus. Y como, además, no tiene un nueve (pidió el técnico a Depay en verano, pero no había dinero, tampoco lo habrá en invierno), tras la marcha gratis de Suárez al Atlético, solo le quedan las opciones de Messi y Griezmann.