análisis táctico

Athletic-Barça: El toque en el centro del campo

La elección de Sergi Roberto, De Jong y Aleñá como titulares en San Mamés es una señal de Valverde

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Joan Domènech

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1. Contra el físico, más técnica

El Barça no puede competir ante la superior fuerza del Athletic. El mejor antídoto contra un físico incomparable es la técnica. La astucia permite aumentar la velocidad del balón, y Valverde optó por reforzar la endémica virtud del Barça: el toque. Eligió para el centro del campo a los tres futbolistas más precisos.

Ese toque que alude a la finura en el contacto fue también un toque en sentido figurado. A Rakitic y Busquets, indiscutibles. Hasta ayer, cuando esa condición casi inviolable de titulares se debilitó al escribir Valverde sus nombres entre los siete suplentes. El año pasado fueron los que más partidos disputaron. En este, empiezan en el banquillo. Arturo Vidal y Arthur, otros dos contendientes por un puesto, se quedaron en Barcelona.

Valverde había usado la combinación de San Mamés tras el descanso ante el Vissel Kobe y fue la titular en la goleada al Nápoles. El funcionamiento (acompañado por el 4-0 del resultado) debió convencerle como para repetir en un escenario más delicado (San Mamés) y un contexto más comprometido: la Liga.

2. El Barça avanza cuando el Athletic recula

Los tres comprobaron las mayores dificultades. Es agosto aún, pero ha acabado la pretemporada, y Bilbao nunca fue un lugar de guante blanco. Encima, estaban en inferioridad numérica. Sergi Roberto, De Jong como mediocentro y Aleñá se enfrentaron a cinco centrocampistas. Tuvieron más el balón pese a la presión del Athletic, pero no pudieron profundizar. Solo encontraron apoyos atrás, pero no delante, y el equipo no avanzó hasta que el Athletic se retrasó tras el descanso. El Barça chutó una vez (Suárez) y por una concesión rojiblanca.

Para entonces, Valverde recuperó a Rakitic para agitar el centro del campo. El sacrificado fue Aleñá. Junto con Rafinha, que ya había entrado en lugar de Suárez, hubo un cinco contra cinco. Los azulgranas se situaron a diferentes escalas (Sergi Roberto pasó a la izquierda) y hubo algunos pases verticales que superaron la línea. Pero enfrente estaba el muro defensivo del Athletic, edificado en la frontal del área. Una llegada de Rakitic a las nubes (ninguna de De Jong) fue la acción más sonada.

3. La lesión de Suárez cambia la delantera

Dembélé en la derecha, Suárez en el centro y Griezmann en la izquierda. Antes del descanso, la combinación del ataque se recitaba así: Rafinha, Griezmann, Dembélé. Acabó con Carles Pérez en la derecha -el único delantero nato en el banquillo, con Coutinho en la grada y Messi ante la tele- y Rafinha de interior.

La lesión de Suárez forzó el cambio de la composición del trío delantero. La actuación de sus integrantes también lo demandaba por su inoperancia. Dembélé se aisló en la derecha como si conociera a Yuri de toda la vida,  Suárez esperó balones en el área (el único que remató fue cuando estaba ya lesionado) y Griezmann pasó de la izquierda, donde no se entendió con Alba, al centro, donde fue un exquisito obsequio para los centrales bilbaínos: no les buscó ni una vez la espalda, no les estiró, no les creó ni una incomodidad.

Rafinha fue el mejor del equipo por su determinación en combinar y en acabar las jugadas. Cuajando un mal partido, el Barça remató tres veces al poste y sucumbió con un golazo en el minuto 88.