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DURO GOLPE EN SAN MAMÉS

Aduriz desnuda al Barça (1-0)

Un golazo del delantero del Athletic en el último suspiro provoca la primera derrota a un mediocre campeón

Luis Suárez se lesionó durante el primer tiempo en San Mamés.

Luis Suárez se lesionó durante el primer tiempo en San Mamés. / periodico

Marcos López

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Creía tener controlado el partido el Barça en la segunda mitad. Pero cuando se despertó, ya en el último suspiro, emergió Aduriz para firmar un imponente golazo que derrotó al campeón. Un maravilloso tanto, lleno de belleza y, al mismo tiempo, de precisión. No llevaba ni un minuto en el campo cuando la defensa azulgrana se olvidó de perseguir a Capa por la banda derecha, prólogo de un sublime 1-0 que desnudó al campeón, que terminó con Piqué jugando de delantero centro en el tiempo añadido. Un golazo que desnudó al Barça porque un simple saque de banda del Athletic le costó la derrota.

Se jugó a lo que quiso el Athletic. Y cómo quiso el Athletic. Ni rastro del Barça, más allá, por supuesto, del disparo al poste izquierdo de Luis Suárez cuando ya estaba lesionado. Se equivocó groseramente Unai López cediendo el balón a su portero sin reparar en que por ahí andaba el delantero uruguayo, quejándose todavía de esas molestias en el gemelo derecho. De repente, y cuando estaba tocándose sus músculos, llegó la pelota para que el ‘nueve’ del Barça disparara a la madera ante el asombro de San Mamés, que se asustó. El Athletic, también. Primer y último servicio de Suárez en una pobre media hora inicial.

Pobre Barça, a pesar de la enorme revolución realizada por Valverde en su estreno liguero. De revolución se puede considerar ver sentados en el banquillo a Busquets Rakitic, dos de los pilares del viejo Barça. Todo era nuevo porque De Jong debía ser el líder de esa nueva sala de máquinas escoltado por Sergi Roberto, que ve ya como añejo su rol de lateral derecho, y Aleñá. No habían automatismos ni tampoco líneas de pase adecuadas porque el balón se convirtió en un elemento ingobernable para los azulgranas, incapaces de dominar el partido. Sufriendo cada vez que el Athletic, espoleado por el rocoso Raúl García, adelantaba la línea de presión hasta la casa de Ter Stegen. 

Demasiadas pérdidas. Mucho descontrol. Y San Mamés disfrutaba de esa versión equilibrada del Athletic que ya construyó Gaizka Garitano en la pasada temporada. Se sabe que la vida sin Messi es dura para todos. Incluido, Valverde, por supuesto. Pero no tanto como ocurrió en la primera media hora del debut liguero porque el tridente ofensivo, con Dembélé (extremo derecho), Suárez (delantero centro) y Griezmann (extremo izquierdo), ni siquiera se asomó al área vasca. Tan solo el tremendo despiste de Unai López alteró el encefalograma plano que señalaba el Barça en su ataque. Más difícil se le puso aún al técnico azulgrana porque perdió al uruguayo por lesión, obligado a replantear toda su estructura arriba desplazando a Rafinha a la posición de un transparente Dembélé, que se vino a la izquierda mientras a Griezmann le tocaba asumir el oficio de ‘falso nueve’.

Rafinha anima el juego

Entró con energía y determinación Rafinha en el partido, consciente de que cada minuto, y más ahora que Coutinho preparó en Bilbao las maletas para irse cedido al Bayern de Múnich, es un auténtico tesoro. Lo aprovechó con un venenoso disparo que primero Yuri, luego Unai Simón, el meta del Athletic, y, finalmente, el travesaño se encargaron de frustrar su trayectoria hacia el gol.

Curioso guiño tiene el fútbol. Da igual que sea la primera jornada, en calurosa noche de agosto vasca. Jugó mejor el Athletic, transformando el partido en un apasionante duelo entre Williams y Ter Stegen. Un pulso entre el nueve moderno, intuitivo, dinámico y con radar para detectar espacios inmensos a la espalda de Piqué, aprovechando que Semedo no recibía la ayuda de Dembélé, y el moderno portero. Todo cambió, sin embargo, en la segunda mitad. Tampoco era nada difícil para el Barça jugar mejor teniendo en cuenta la mediocridad de la primera parte. Se quedó Aleñá en el vestuario, entró Rakitic para cohabitar con De Jong permitiendo que éste, al menos, no se sintiera tan desamparado. ¿Y Griezmann? No estaba. Se le esperaba, pero nada de nada. Pareció invisible, silbado como fue por San Mamés en todo momento como recuerdo de su paso por la Real Sociedad. Apareció con un cabezazo pero de forma insulsa porque quedó eclipsado todo por el golazo de Aduriz.

Athletic, 1 - Barcelona, 0

<strong>Athletic: </strong>Unai Simon (5), Capa (7), Yeray (6), Núñez (7), Yuri B. (6), Unai López (6), Dani García (6), De Marcos (5), Raúl García (6), Muniain (5) y Williams (7).