18 RELEVOS DE TÉCNICOS EN LA LIGA 18-19

El volcán de los banquillos

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Marcos López

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Nadie está tranquilo. Ni Valverde, que ha apabullado en la Liga dejando al Madrid a 19 puntos (solo ha perdido cuatro partidos en dos años), ni siquiera Zidane, a quien el crédito de tres Champions consecutivas, se le apaga tras dos meses caóticos. Dos meses en los que su diplomática y conciliadora sonrisa ha perdido mucho valor porque el volcán de los banquillos no tiene fin.

No solo pasa en España sino en Italia donde la Juve prescinde de Allegri y en Francia donde el PSG también duda de Tuchel

Hasta 18 relevos de entrenadores se han vivido en esta tumultuosa Liga con Madrid (Lopetegui- Solari-Zidane) y Celta (Mohamed-Cardoso-Escribá) al frente, como el Villarreal (Calleja-Luis García-Calleja). Pasa en España. Y en Italia, donde a Allegri de nada le ha servido el scudetto con la Juve (cinco seguidos). Y en Francia, que discute a Tuchel porque su Paris SG solo domina en el hexágono sin dejar de estrellarse en Europa, mientras Mbappé amenaza con irse y Neymar se arrepiente, aunque no lo diga (tampoco hace falta), de su marcha del Camp Nou. 

Simeone, la excepción

Nadie está tranquilo en un oficio donde Simeone (casi ocho años siendo la bandera del Atlético) es una verdadera excepción junto a la fiabilidad de Mendilibar en el Eibar, que cruza los dedos para que acepte la renovación e inicio su quinta temporada consecutiva.

Hasta Bordalás, que ha completado tres años de ensueño en el Getafe, se plantea irse antes de que el fútbol pueda truncar tan bella obra. El fútbol se ha modernizado de tal manera que la paciencia se ha convertido en una virtud en desuso. Resulto antiguo y hasta anacrónico ser paciente, por mucho que haya proyectos que la premien.

La paciencia le ha ido bien al Valencia con Marcelino y al Espanyol con Rubi, que se han salido con la suya

Marcelino, finalista de la Copa contra el Barça el próximo sábado y cuarto en la Liga con derecho a jugar la Champions, debía estar en su casa desde hace meses. Pero el Valencia lo mantuvo con una coherencia insólita y la recompensa le llegó finalmente.

¿Qué decir de Rubi? Ensalzado por un arranque maravilloso en la Liga tuvo después un bache que amenazó con llevárselo por delante. Pocos pericos alzaron entonces la voz en su defensa. Ahora, en cambio, es venerado, y con toda la razón del mundo, por guiar al Espanyol a la puerta de Europa tras una larga travesía que ha durado 12 años. Lo mismo ocurrió con Sergio González en el Valladolid, al que ha salvado tras una temporada milagrosa.

Todo es tan volátil que ni el éxito te garantiza estabilidad. ¡Qué se lo pregunten a Valverde! Manda en la Liga con autoridad de hierro, da estabilidad y buen rollo al vestuario gracias a su excelente química con Messi y dos tropiezos seguidos en Europa (Roma y Liverpool) le tienen bajo sospecha, pendiente ahora de la final de Copa, a pesar de que Bartomeu lo arropa públicamente. 

Zidane se fue porque veía venir el desplome del Madrid. Volvió antes de lo previsto pero sin energía para frenarlo 

Zidane se fue porque veía venir la crisis. Y ha vuelto sin tener recursos para detenerla en una caída sin fin del Madrid, que ha consumido en el camino a dos técnicos: Lopetegui, al que arrebató de España apenas 48 horas antes de empezar el Mundial de Rusia, y Solari, un interino que ha sido quien mejor rendimiento ha dado. En el Atlético, da igual que se vaya Griezmann porque mientras siga Simeone nadie sufre. Es el único equipo donde el entrenador es más importante que el club. 

Asier Garitano, al Alavés

A partir de ahí, el cambio por rutina. En el Sevilla creían en la modernidad de Machín y terminaron recurriendo a la tradición de Caparrós, poniéndose, de nuevo, en manos de Monchi, a quien se espera como redentor. Hay casos de entrenadores, como el de Quique Setién, que son expulsados del banquillo por su propia gente. El beticismo no lo quiso de verdad ganando.

Menos lo quiere aún cuando pierde, pese a triunfar en escenarios como el Camp Nou o el Bernabéu. Athletic (Gaizka Garitano por Berizzo) y Real Sociedad (Imanol Alguacil por Asier Garitano) coincidieron en el análisis (se equivocaron en la apuesta inicial) y en la solución: los elegidos para tapar la crisis siguen ahora. Villarreal duda de si mantener a Calleja, a quien despidieron y reclutaron después, mientras el Celta consumió tres técnicos para eludir el descenso.

El Levante ha confiado en el oficio de Paco López, mientras el Girona fue el único de los tres equipos que bajaron que no cambió. La paciencia con Eusebio no dio resultado. Jemez suplió a Michel en el Rayo y Francisco sustituyó a Leo Franco en el Huesca. Y hasta Abelardo, escaldado por su experiencia con el Sporting, deja por voluntad propia Vitoria. Llega, curiosamente, Asier Garitano, que salió escaldado de Anoeta. A Butarque llegó Pellegrino hace un año. Ahí seguirá ahora. Pocos pueden presumir de esquivar la lava de ese volcán en permanente erupción.