La mirada azulgrana

Tres apuntes sobre el nuevo partido del siglo

JORDI PUNTÍ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

1 La temporada perfecta. En la mente del aficionado existe un ideal platónico del fútbol, que es ganarlo todo y además jugando muy bien. Puestos a pedir: todos los títulos, todos los partidos. Ocurre, sin embargo, que la temporada perfecta no existe, y ninguna falta que hace. El fútbol no es una ciencia exacta y demasiados imponderables lo perturban: lesiones, estados de ánimo, decisiones arbitrales, la altura del césped y si está regado o no... Hace dos temporadas, el Barça deGuardiola que consiguió seis títulos se acercó más que nunca a esa perfección. Sin embargo, el aficionado es insaciable y siempre pide más: en su mente, la mejor forma de acercarse al ideal es ganarlo todo y, además, que sea frente al Real Madrid. Porque el éxito propio debe significar también el fracaso del rival.

2 Otro partido del siglo. Aunque parezca un insulto a la lógica, la idea de que existan cuatro partidos del siglo en tan pocos días es muy de nuestra época. Vivimos en la era del empacho. Las novelas de más éxito se leen por trilogías, tetralogías o sagas larguísimas. Con la televisión sucede lo mismo: ahora compramos las series por temporadas, en DVD, y nos las zampamos en un fin de semana. ¿Quién puede ver un episodio deLos Soprano, solo uno, y quedarse tan tranquilo? El azar del calendario ha creado un efecto similar entre Barça y Madrid. Su duelo particular de estos días puede verse por capítulos -a corto plazo, como una temporada- o como un episodio álgido en una larga saga futbolística que tiene más de un siglo de vida.

3 El efecto Mourinho.Si cerramos el zum y enfocamos solo esta temporada, da la impresión de queFlorentino Pérezfichó aMourinhopara ganar títulos. Si lo abrimos y cogemos perspectiva, la idea parece otra:Mourinhollegó sobre todo para frenar el éxito del equipo deGuardiola. Desde la perspectiva barcelonista, pues,Mourinhoes un personaje episódico. Hoy está aquí, mañana ya veremos. Su motivación, como ha señaladoCruyff, es ganar títulos y no le hace falta jugar bien. Por encima está la destrucción del ideario rival. Sus apariciones parecen escritas por un guionista maquiavélico: el fin justifica los medios. Cuando estaba en Inglaterra para entrenar al Chelsea,Mourinhodijo en una entrevista: «En cinco años nunca he jugado un partido en que mi equipo tuviera menos posesión de pelota que el contrario». Esta noche, por tercera vez en esta temporada, su afirmación inglesa dejará de tener sentido.