'Referentes locales': Badalona (2)

Jesús Carmona: de bailar en el parque del Gran Sol de Badalona al Teatro Bolshoi de Moscú

El reputado bailaor dejó la ciudad catalana hace 16 años para cumplir su sueño de actuar en los mejores teatros del mundo

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Jesús Carmona 4 Baile de bestias JV ALTA

Jesús Carmona 4 Baile de bestias JV ALTA / Jesús Vallinas

Gerardo Santos

Gerardo Santos

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Parque del Gran Sol, Llefià, 1994. El bailaor y coreógrafo Jesús Carmona (Badalona, 1985) tiene apenas nueve años y se enfrenta a su primera actuación con músicos que tocan en directo. El marco son las fiestas de su barrio, Llefià, justo debajo de su casa, en los bloques de la Avinguda d'Àfrica. En el parque en que Jesús quedaba con sus amigos "para jugar a fútbol, o a policías y ladrones, o para lo que fuera". El "parque de los recuerdos" de un badalonés que dejó su ciudad hace 22 años para acabar triunfando en los mejores teatros del mundo con su arte flamenco.

Pero Jesús Carmona, a pesar de lo emocional y simbólico de la cita, ese día de verano de 1994 no quería bailar porque tenía miedo. Aquellos días, su padre estaba ingresado en el hospital, con una grave dolencia cardíaca: "Me negué a actuar en rotundo. Pero mi madre llegó con un mensaje de mi padre desde el hospital: 'Quiere que bailes'. Y bailé". Fue el último día en que Jesús Carmona no quiso bailar: "Lo recuerdo como uno de los momentos más especiales de mi vida encima de un escenario. Ese día bailé para mi padre, que estaba malito y gracias a Dios al final todo salió bien, pero en ese momento, con 9 años, yo tenía mucho miedo".

CARLOS DÍAZ

El bailarín recuerda su infancia en Badalona con cariño. Sus primeros años de vida en el barrio de Llefià, arriba y abajo de "la cuesta" (la calle Juan Valera) que comunicaba su casa con su escuela, el IES Eugeni d'Ors: "Subía y bajaba la cuesta unas 800 veces al día, creo que por eso tengo estas piernas".

Una infancia que para Carmona estuvo ligada al estudio y práctica de la danza desde los siete años, cuando sus padres le apuntaron a la Peña La Macarena y el Niño de Morón. Allí recibió clases de parte de Sonia Poveda, hermana del célebre cantante Miguel Poveda: "Nadie de mi familia era aficionado a la danza, pero mis padres hicieron todo lo que supieron y pudieron para ayudarme con mi sueño. Me dieron, sin darse cuenta, las herramientas para ser lo que hoy soy".

Badalona por bandera

Carmona es uno de los mejores bailaores del mundo, y ha recorrido el orbe exportando el flamenco a todos sus rincones: "El joven que dejó Badalona con 16 años solo pensaba en bailar y en cumplir su sueño, que era poder tener un proyecto propio". Ese sueño lo cumplió ya hace 10 años, cuando dejó el Ballet Nacional de España y creó su propia compañía.

Los galardones recibidos dan muestra del reconocimiento mundial que ha cosechado: Premio Nacional de Danza en la categoría Creación en el año 2020; Premio El Ojo Crítico en 2019; Premio Max al Mejor Intérprete Masculino de Danza 2022; y el Premio Benois de la Danse 2020-21 como Mejor Bailarín, entre muchos otros. "El hombre que ahora soy está muy cerca del niño que dejó Badalona con 16 años a nivel emocional. El amor que siento hacia la danza sigue siendo el mismo que cuando me fui".

Ahora, tantos años después, le gusta volver a Badalona, a subir y bajar la cuesta y encontrarse con sus amigos de infancia. "Yo me siento de Badalona y la llevo por bandera allá a donde voy, aunque muchas veces siento que la ciudad no me siente de allí". ¿Por qué dice eso Carmona? "Tuvieron que pasar 22 años hasta que el año pasado volví a actuar en Badalona. Me parecía increíble haber estado en el Teatro Bolshói de Moscú, en los mejores festivales del mundo de danza y que fuese tan difícil actuar en Badalona. Lo intentamos muchas veces, pero nunca hubo acogida. No me siento dolido, no pasa nada".

Fue en marzo de 2022, en el Teatre Zorrilla de Badalona. Al acabar el espectáculo, Carmona agradeció al público la asistencia: "Hacía 22 años que no venía a mi tierra a bailar... yo soy un tipo muy tranquilo, solo me pongo nervioso el mismo día de la actuación. Pues bien, llevo una semana 'atacao'. Mi mujer me dice: ‘qué pesado que eres…’". El público ríe, y Jesús Carmona aprovecha para tomar aire: "Llevo una semana muy nervioso porque hoy entre el público hay gente muy importante para mí (...), están mis hermanos, están mis sobrinos… hay tanta gente aquí de la que conozco su cara; gente con historias, vidas en común… ―aquí Carmona corta su discurso porque se emociona―, poder estar aquí es muy importante para mí, esto me lo quedo aquí en el corazón, no sé cuanto tardaré en volver, espero que no sean 22 años más".

Girar y girar, para siempre volver

Mientras eso no ocurra, Carmona sigue girando. Le gusta, pero admite que cada vez lo lleva peor. No en vano, desde los 16 años está dando vueltas por el mundo: "Esta vida conlleva el llevar siempre una maleta encima y es algo que siempre me ha gustado mucho. Si que es cierto que cuando llevas tantos años girando, llega un momento en que se le pierde la chispa al tema de viajar". Perder de vista a sus dos hijos tampoco ayuda, pero la recompensa es enorme: "Tengo la suerte de tener amigos en casi todos los países del mundo. Siempre lo digo, soy muy afortunado porque si algún día me pierdo en Singapur o en Tasmania, sé que tengo un amigo al que llamar y que me acoja en su casa".

CARLOS DÍAZ

En unas semanas, Carmona actuará en el Teatre Victoria de Barcelona. Lo hará del 20 de septiembre al 1 de octubre, estrenando en la capital catalana su espectáculo 'Baile de Bestias': "Tengo muchísima ilusión, va a ser la primera vez que bailo en Barcelona con mi propia compañía. Lo estamos preparando con mucho cariño y mucha ilusión, conscientes de lo importante que será para mi carrera".

'Baile de Bestias' funciona como una suerte de segunda parte de su anterior representación, llamada 'El Salto', y deberá culiminar con un tercer espectáculo, aún en proceso de creación: "Me estoy dando cuenta de que, de forma involuntaria, he reflejado mi crecimiento personal en estos tres espectáculos; o bien al contrario, que he necesitado el apoyo de la creación artística para entender mi evolución personal'.

En 'Baile de Bestias', Carmona se pone frente al espejo de sí mismo: "Es un espectáculo muy sincero, en el que me abro completamente. Para conseguir eso tienes que coger un saquito de valentía y añadirlo a la pócima para poder defenderlo". Valentía para entender el dolor y el miedo, y bailar con ellos, ya sea en el Bolshói de Moscú, o en el Gran Sol de Llefià.

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