SOSTENIBILIDAD EN LA EMPRESA

Esto es lo que les cuesta a las empresas ser "emisiones cero"

Las empresas quieren ser sostenibles, ya no solo por el cuidado del medio ambiente, sino también por la reputación. Cada vez son más las personas que hacen un consumo responsable. El coste de transformación para las empresas es alto, pero a la larga ¿es beneficioso?

Las empresas quieren ser sostenibles, ya no solo por el cuidado del medio ambiente, sino también por la reputación.

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Marta Gracia

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La sostenibilidad y la conciencia por el medio ambiente han llegado para quedarse. Las empresas lo saben y por eso ‘han sacado toda su artillería’ para poder llegar a ser emisiones cero o neutras. Pero eso lleva un coste que, aunque a la larga es positivo, en un primer momento repercute en sus cuentas anuales. El modelo sostenible de las empresas es un nuevo horizonte por lo que requiere una transformación en su producción. 

En diciembre, Repsol anunció que será emisiones neutras en 2050. Para conseguir este objetivo, la compañía ha tenido que hacer unas dotaciones de 5.823 millones de euros, de los que 4.859 millones corresponden a la revisión a la baja del valor contable de los activos para adaptarlos a sus objetivos en emisiones. Estas dotaciones han hecho que la petrolera cerrase 2019 con unas pérdidas de 3.816 millones de euros.

Repsol no es la única compañía que ha anunciado su objetivo de ser emisiones neutras. Las compañías aéreas ya están transformando su flota e investigando nuevos modelos para poder llegar a serlo, como es el caso de easyJet o Ryanair. Otra petrolera, BP, señaló a mediados de febrero su ambición de convertirse en una compañía de "emisiones netas cero" para el año 2050 o incluso antes, mediante una "reinvención" de la energía. Repsol ya gestiona activos de bajas emisiones con una capacidad total instalada de 2.952 MW y tiene planes en marcha en renovables que suman otros 2.045 MW.

En otros sectores, a priori menos contaminantes, también han hecho este anuncio. La aseguradora Mapfre apuntó a 2030 como el año en el que será emisiones neutras a nivel global. Además, se comprometió a dejar de invertir en empresas eléctricas en las que más del 30% de sus ingresos provengan de energía producida a partir del carbón. Por su parte, las dos entidades financieras más importantes de España, Banco Santander y BBVA, se han comprometido a ser emisiones cero en 2020.

Pero ¿es rentable invertir en sostenibilidad?

Javier de la Nava, profesor del CEF y economista, explica que a largo plazo siempre es beneficioso, “hay que pensar en la rentabilidad inmaterial que supone hacer más sostenible la propia empresa y el beneficio que tanto la propia empresa tanto por la vía de los intangibles como por la vía de la rentabilidad comunicativa y de imagen”. Por su parte, Bethlem Boronat, profesora de EAE Business School, señala que este cambio requiera un proceso de transformación en el que va implicado la la formación del capital humano pero también cambios de equipamiento y de procesos productivos y “todo esto tiene un coste, de la misma manera que está teniendo un coste la transformación digital de las empresas”.

No obstante, De la Nava matiza que a unas empresas les costará más (económicamente) que a otras. Por ejemplo, en una empresa de extracción como es Repsol, “la estructura productiva requiere de grandes cambios y todos los procesos son caros”. Mientras que por otro lado, hacer que una empresa financiera sea más sostenible implica unos gastos menores. 

Hay que pensar en la rentabilidad inmaterial que supone hacer más sostenible la propia empresa 

Boronat insiste en que la inversión en sostenibilidad tiene un retorno y coincide con el profesor del CEF que “un claro retorno reputacional ya que cada vez más estudios demuestran que el nuevo consumidor prefiere relacionarse con empresas con la que comparte valores y que van más allá del puro beneficio”. Matiza que también lleva un beneficio económico, porque ese compromiso que se establece con el consumidor supone mayor consumo/uso y, por tanto, mayor beneficio y porque buena parte de las políticas de sostenibilidad.

Todas las empresas pueden ser sostenibles

La profesora de EAE Business School asiente que cualquier empresa puede aplicar acciones enfocadas a la sostenibilidad. Obviamente, en función del sector, el proceso de transformación será más sencillo o menos. Pero en el caso de una petrolera, por ejemplo, ya no solo es una cuestión de mejora reputacional o de mayores beneficios. “También es una cuestión obligada porque los recursos en los que se ha basado tradicionalmente empiezan a escasear y si no son capaces de reconvertir su modelo hacia una modelo energético sostenible tampoco tendrán un futuro especialmente prometedor”, explica.

Por ello, todas las empresas tendrán que invertir como lo hicieron (o lo están haciendo) para ser más digitales. De hecho, tal y como puntualiza Boronat, “esa inversión no se ha puesto en duda” y recuerda que esos cambios no saldrán gratis. Más allá del coste económico está también el cambio de mentalidad de directivos y empleados y eso suele llevar adjunto unos costes, en especial formativos y de cambios de hábitos. “Creo que esos costes se amortizan rápido y ayudarán a disminuir gastos y aumentar beneficios incluso en el medio plazo”, apunta Bethlem Boronat.

Para Javier de la Nava, esta inversión en sostenibilidad de las empresas “es el típico caso que hay que pasar de las modas a los modos”. Y reconoce que ya es tarde porque determinadas situaciones no se van a revertir por empezar a hacer cosas ahora. “Lo que está claro es que hay que hacer una lectura realista y evitar que el mal pueda ser mayor”, asegura.

De la Nava considera que los gobiernos tienen que asumir sus responsabilidad en este asunto y tratar de consensuar aquellos aspectos que sin poner de cara a la pared a las propias empresas puedan hacer que sus estructuras sean más sostenibles y por tanto que el conjunto de la sociedad esté en mejor situación. Aquellas empresas que antes que el resto de los pasos adelante en esta materia “tendrán un beneficio no solo en la propia sostenibilidad, sino también en cuanto a su propia reputación y siempre cuanto mayor reputación, mayor potencial de ventas”, concluye el profesor del CEF.