INTERNET RURAL

Desconectados: cuando internet no llega al pueblo

Encontrar conexión a internet en algunas zonas rurales puede convertirse en un auténtico suplicio. La falta de infraestructuras, el difícil acceso, los costes de conexión y la brecha digital son algunas de las causas por las que todavía están algunas aldeas de España digitalmente aisladas.

Encontrar conexión a internet en algunas zonas rurales puede convertirse en un auténtico suplicio. La falta de infraestructuras, el difícil acceso y los costes de conexión son las causas por las que todavía están las aldeas digitalmente aisladas

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Nora Benito

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A pesar de que la brecha digital entre distintas regiones se ha reducido en la última década, todavía hay cuatro comunidades autónomas en España (Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura) que tienen un número de usuarios menor al 84%, la media de la UE-28. En total, el 85% de los españoles utilizaba internet hace dos años, según se desprende de Esenciales, divulgado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).

La distribución de la población por edades, el nivel educativo y de renta, el desempleo o la dispersión de la población son algunas de las principales causas por las que todavía existe una brecha digital entre regiones, tal y como apunta el citado documento.

Y es que encontrar conexión a internet en algunas zonas rurales puede convertirse en una odisea. La falta de infraestructuras y el difícil acceso son algunos de los factores que hacen que todavía algunas aldeas de España estén digitalmente aisladas.

Una de estas personas que sufren la desconexión es Juan, quien se desplaza todos los fines de semana a su pequeño pueblo, ubicado en Soria. Ya sabe que, en cuanto llegue, el aislamiento será mayor: internet rural todavía no ha llegado a esta pequeña aldea de apenas 50 habitantes. Ni ADSL ni fibra óptica, Juan tiene que recurrir a otras opciones para poder tener una conversación de Whatsapp con los amigos que ha dejado en la ciudad.  

Para hacerlo, algunas de las alternativas que tiene son el ADSL indirecto, el sistema WiMAX, internet móvil o la conexión vía satélite. ¿En qué consiste cada una de estas opciones? También conocida como banda ancha rural, WIMAX (Worldwide Interoperability for Microwave Access) constituye una alternativa que requiere instalar una antena en casa, aunque depende de cobertura por parte de algún operador. Con internet móvil, por su parte, los terminales móviles pueden emitir señal wifi y compartir internet, aunque también requiere tener cobertura.

Otra de las opciones que existen es el ADSL indirecto, que se da cuando la operadora contratada no cuenta con infraestructura propia y utilizan la de otra para poder ofrecer este servicio en zonas remotas. En cuanto a la conexión vía satélite, permite tener acceso a internet desde cualquier sitio, aunque también hay que instalar una antena, lo que puede llegar a encarecer los costes.

INTERNET RURAL: LA OTRA CARA DE LA MONEDA

Pueden conectarse desde cualquier lugar y a cualquier hora; constituyen la otra cara de la moneda. El acceso a internet rural en zonas remotas está potenciando que cada vez más se empiece a hablar de los denominados “nómadas digitales”, quienes deciden llevar una vida de caracol: con su casa y trabajo a cuestas vayan donde vayan.

¿A qué se hace referencia cuando señalamos este término? El perfil en su mayoría lo constituyen “jóvenes ‘sin ataduras’, que puedan desplazarse libremente por el espacio y que desarrollen trabajos "digitalizables", susceptibles de ser desarrollados completamente online, es decir, completamente mediados por la tecnología”, apunta Mariano Urraco, profesor de Sociología de UDIMA.

Aunque cada vez sean menos las zonas rurales en las que nuestros móviles no tengan cobertura, la percepción desde el mundo rural sigue siendo de abandono: la conexión se vuelve a veces una auténtica odisea. ¿Habitantes de segunda?