Tú y yo somos tres. Por Ferran Monegal.

periodico

No sabemos todavía si Isabel Pantoja entrará en la cárcel. Tampoco sabemos -caso de ser ingresada- si obtendrá el tercer grado, es decir, la semilibertad. Pero en el Deluxe (T-5) no han podido resistirse al truculento morbo de escenificarnos la entrada de Pantoja en los calabozos del penal de Alhaurín. La encargada del meticuloso montaje-recreación -con dibujitos incluidos- ha sido María Patiño. Le ha puesto mucho dramatismo y énfasis. El momento más tremendo fue cuando nos detalló -en tiempo presente, como si la Pantoja estuviera efectivamente entrando en la prisión- lo que le iban a dar para su subsistencia en la mazmorra. María Patiño nos enseñó una manta, un frasco de champú barato, y un rollo de papel higiénico. ¡Ah! La imagen de la Patiño enarbolando el papel de váter que le van a suministrar a Isabel Pantoja ha sido una estampa cutre, tétrica, lóbrega, siniestra. Y tenía al mismo tiempo, al teléfono, a una exreclusa de ese mismo penal, para que fuese calentando todavía más la descripción de aquel sombrío ambiente. Decía la expresa: «En la celda no hay más que una taza de váter, sin puerta, por supuesto. Eso es lo que más le va a costar a Isabel. Ahí perderá toda intimidad. ¡O la pierde o revienta!». O sea, ¡o evacuas o revientas!  Recordamos al Lute en ese momento, aquel Lute cuando era carne de mazmorra ¡Ah! La escenificación que nos ha fabricado el Deluxe ha sido pura especulación. No sabemos si Pantoja entrará en prisión, ni tampoco si gozará del régimen abierto. Pero han conseguido lo que pretendían: un pavoroso grado de truculencia.