Alepo, al límite por la ofensiva de Asad

EL PERIÓDICO

La situación humanitaria en la ciudad siria de Alepo se precipita por un abismo que no conoce fondo. Las bombas –que han continuado castigando todo el fin de semana una ciudad convertida en bastión rebelde en la que están atrapadas unos 250.000 personas– ahondan una crisis con tintes de fin del mundo. “Es como el infierno”, describe a EL PERIÓDICO el director en Alepo de los llamados 'Cascos Blancos', Ammar al Salmo. “Antes del mediodía (de este domingo) veíamos un menor número de bombardeos y pensábamos que la situación iba a mejor. Pero pasadas las cuatro de la tarde, hemos registrado 110 ataques”, detalla. Con esa escalada, los rescatadores de los 'Cascos Blancos' han contado al menos 85 muertos y en torno a 200 heridos. Según la fuente, los objetivos civiles son la tónica habitual de estas últimas rondas de bombardeos.