Visita al edificio Rotonda

MÒNICA TUDELA

Lo habitual en Sant Gervasi cuando uno busca evadirse del trabajo y de las preocupaciones a través del ocio o de las compras es, al margen del divertimento que brinda Collserola, bajar a la Illa Diagonal o a los cineS que hay cerca del antiguo campo del Espanyol. Con lo mal comunicada que está la zona alta, los vecinos cogen el coche y se adentran en el denso y a veces desesperante tráfico de Balmes y General Mitre. Ahora, cuando cada vez se habla más de la deslocalización del comercio y del bum de las grandes superficies en las afueras, al estilo americano, los residentes del barrio norteño contemplan cómo dos iniciativas privadas llamadas a regenerar su entorno van cogiendo aire y forma, aunque, eso sí, a un ritmo muy desigual. Se trata de la Rotonda, edificio singular que acogerá en sus bajos una extensa área comercial y de restauración, y el auditorio Manén, solar maldito en el que Balañá construye un multicine de 11 salas y 2.600 butacas.