Pelea con dos heridos ante un centro de menores migrantes en Calella

Los Mossos d'Esquadra investigan una pelea  que ocurrió frente a un centro de menores migrantes de la Generalitat. En realidad, es un centro provisional ubicado en el hotel Marisol, en Calella (Maresme) desde hace al menos un par de meses. La policía catalana confirma que hubo dos personas heridas leves. La alcaldesa, Montserrat Candini, recrimina al Govern que un hotel turístico no es el lugar más idóneo para acoger los jóvenes, según declaró a Ràdio Calella. 

Después del ataque ultra en el centro de menores migrantes en El Masnou, el pasado viernes un grupo de personas de etnia gitana se manifestaron frente al hotel donde residen 60 menores migrantes en Calella. Se enfrentaron contra algunos menores migrantes que residen en el espacio. Los gritos e insultos llegaron a las manos y dos personas resultaron heridas. De hecho, el SEM tuvo que trasladar cuatro ambulancias y los Mossos están investigando los altercados. Sin embargo, se desconoce si las víctimas son niños tutelados o manifestantes.

Ayer, en declaraciones a Ràdio Calella, la alcaldesa insistió en no criminalizar al colectivo. "Los menas representan el 8% del incivismo entre los jóvenes de su edad que hay en la ciudad", explicó. Sin embargo, Candini defendió que el hotel no es el "mejor sitio" donde se deben alojar los jóvenes. Este equipamiento lo gestiona la cooperativa Eduvic. Es la misma empresa gestora de los centros de El Masnou, ubicado en un albergue, y el de Castelldefels y el de Canet, en casas de colonias, que han sufrido ataques en su interior. A este diario explicó que el hotel es una "solución provisional" ante la incapacidad de encontrar plazas en otros municipios.

No es la primera vez que hay un escrache y pelea en el hotel Mirasol de Calella, donde residen los menores. El día 22 de junio también hubo una pelea multitudinaria, a raíz de un supuesto hurto de un menor a miembros de la comunidad gitana. En ese momento el pleno municipal de Callela aprobó crear un grupo de coordinación entre la cooperativa Eduvic, la Guardia Urbana, los Mossos y los vecinos donde cada día reportaría la situación en el centro y alrededores.

Durante el día de ayer, el equipo profesional del centro temía la posibilidad que, igual que pasó en el Masnou, grupos organizados se personaran a las puertas del Hotel. Por este motivo, vaciaron el recinto y se llevaron los chicos a pasar el día en el Tibidiabo. Al mismo tiempo, el vecindario convocó una protesta antiracista que se desarrolló sin incidentes.