El carguero espacial ruso se desintegra sin causar problemas

El carguero ruso Progress M-27M, que se encontraba fuera de control desde el 27 de abril tras fallar la maniobra de acercamiento a la Estación Espacial Internacional (ISS), se desintegró ayer de madrugada al entrar en contacto con la atmósfera terrestre. Según informó en un escueto comunicado la agencia espacial rusa, Roscosmos, la nave se hallaba en ese momento sobre el Pacífico central, por lo que si algún pequeño resto sobrevivió a la fricción acabó en aguas del océano. No se informó del más mínimo problema.

La nave iba cargada con más de tres toneladas de alimentos, combustible y otros suministros con destino a la ISS. El carguero fue lanzado desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, pero nunca llegó al complejo orbital. Los controladores en tierra perdieron el contacto poco después de que se separara de la etapa superior de su cohete lanzador Soyuz, unos nueve minutos después del lanzamiento.