80 años en dos palabras

Democracia

Escoger es traicionar. En este caso, a la memoria. Un diccionario como este se abastece de flases, de instantáneas, de momentos. No es una enciclopedia sino el acercamiento a la atmósfera de un tiempo. De dos tiempos, en realidad, a partir del quicio de 1975.

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JOSEP MARIA FONALLERAS

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A Amnistía: reivindicación entusiasta de las masas en la albada de la democracia que también pedían libertad y un estatut d’autonomia. Los presos políticos salieron a la calle, pero acabaron entrando otros. Hubo libertad, pero también olvido y desmemoria. ¿Y del estatut, qué? Bueno, mejor consultar la entrada independencia.

C Constitución: también conocida como traje que la democracia encargó para presentarse en la fiesta de las naciones civilizadas. Con el tiempo, tiene rotos y descosidos. Habrá que buscarse otro sastre.

Crisis: hubo muchas pero ninguna como la de ahora. Lo más parecido a las uvas de la ira, pero con burbujas inmobiliarias en lugar de racimos. Aún estamos ahí.

CH Champions: competición que debió de inventarse algún contubernio judeo-masónico para que el Madrid no ganara siempre las llamadas Copas de Europa. A partir de entonces, el Barça empezó a coleccionarlas, y fue allí, ya sin Bernabeu, donde la democracia acabó consolidada.

D Divorcio: con Franco, la Unidad de Destino en lo Universal también lo era en lo particular, hasta que el hombre –en concreto Francisco Fernández Ordóñez– separó lo que Dios había unido. Durante el régimen franquista también había parejas que no se soportaban, pero se mantenían unidas porque, si no, iban directamente a la cárcel o al infierno, especialmente las mujeres.

E Europa: o que en su día fue solo Eurovisión y fútbol, acabó por ser el paraíso terrenal, con euro incluido, hasta que nos enteramos de que la burocracia la asfixia y que no tiene soluciones para los problemas de verdad, como el de los refugiados, el de la pobreza, el de la exclusión.

F Febrero: segundo mes del año. En 1981, concretamente el día 23, unos militares, algunos civiles y quién sabe cuántos más quisieron convertirlo en el primero de la renovada era autoritaria, con el ánimo de volver las aguas a su cauce. El embarazoso golpe de Estado se acabó con un parto prematuro: la LOAPA.

G Globalización: se llamó en su tiempo «aldea global». Se trata de ir por el mundo como quien camina por la Garrotxa, y de comer frambuesas fuera de temporada. Después de todo, es enorme pero sigue siendo una aldea. Unas alas de mariposa en la China nos convierten en víctimas de un huracán.

H Hermano (gran): Programa de televisión que consiste en observar a humanos encerrados en un plató para ver cómo se pegan el lote y cómo se pegan sin el lote. Ejemplo preclaro de la llegada de las televisiones privadas y de la lucha por las audiencias.

I Independencia: una vez cercenada la reforma del Estatut en los límites de la Constitución, lo que parecía un eco lejano, un murmullo, se ha convertido en un grito presente y en el problema más serio de la España democrática. Tendrá que haber una solución, ¿no?

Internet: cnglomerado, red o esoterismo tecnológico que nos permite ser como dioses. Estamos en todas partes. En realidad, acabamos no estando en ninguna, siempre pendientes, de la bolsa de Tokio o del último bostezo de Justin Bieber.

Ira (sin): la cantaba el grupo Jarcha para que no se desmadraran las cosas tras la muerte de Franco. Resulta que los españoles eran «muy obedientes hasta en la cama». Es decir, que podían acostumbrarse a todo, incluso a la libertad, sí, pero sin ira, ¿de acuerdo? Es decir, sin pasarse.

J Juegos: Olímpicos. Llegada de la modernidad al país gracias a la iluminación de Maragall. Barcelona se convirtió en un ya definitivo punto de mira del universo, con aquel inolvidable dueto de la diva y del genio, a ver quién de los dos elevaba más el registro. Y con una flecha que se perdió en el cielo.

L Líquidos: dícese de los tiempos que vivimos, según Bauman. Sin demasiadas certezas y con todo basculando a partir de la fluidez de la inmediatez. Más o menos. Cambiantes, inciertos, inseguros.

M Móbil: teléfono que raras veces sirve para llamar por teléfono y que, excepto calentar una sopa, pràcticamente te soluciona la vida cotidiana. Eso, sí, después de haber pagado el precio de no saber con quién te estás comiendo la sopa.

Mundial: por fin España ganó uno. E Iniesta pasó a la historia. Y Piqué se casó. 

O ONCE: de septiembre. Del 2001. Fecha en la que de golpe nos plantamos en el siglo XXI. Cayeron aviones y torres y nos expusimos a la fragilidad. Después se rodaron unas cuantas películas.

P Porno: ya no tuvimos que viajar a Perpinyà para conocer el secreto de la mantequilla. El destape y luego el sexo explícito llegaron, se desplegaron, arrasaron y ahora son anuncios de perfumes o se deslizan entre las catacumbas de internet.

T Tarradellas: personificación de la apariencia que conectaba la legitimidad republicana con la Transición sin pasar por el franquismo, o como si el franquismo no hubiera existido. También conocido como personificación de una maniobra más de Adolfo Suárez.

TV3: la «nostra». Ayudó a normalizar el catalán y creó mitos, de presentadores a estrellas de telenovelas. Se debate entre ser una BBC o un noticiario propagandístico, según las opiniones recogidas al respecto.