El PSOE reta a Rajoy a que acepte ser interpelado por el 'caso Bárcenas'

La portavoz del grupo socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, ha retado este martes al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a que acuda mañana al Congreso a ser interpelado sobre su actuación en el 'caso Bárcenas'. Después de dos vetos del PP, los socialistas han logrado colar una interpelación dirigida al jefe del Ejecutivo al redactarla en términos muy genéricos. La iniciativa, que se debatirá mañana, solicita al Gobierno debatir sobre su política de "rendición de cuentas ante el Parlamento".

Evidentemente, la intención del principal grupo de la oposición es echar en cara al presidente las númerosas ocasiones en las que el grupo popular ha evitado que dé la cara en las Cortes, así como interpelarle sobre mintió o no cuando el pasado 1 de agosto aseguró ante el pleno del Congreso que el extesorero del PP, Luis Bárcenas, había abandonado el partido cuando él accedió a La Moncloa, cuando después se supo que disfrutaba de un finiquito en forma de salario y otras prebendas hasta el pasado enero.

"Espero que el presidente tenga la gallardía de contestar una interpelación con posibilidad de debate y réplica, y no sólo acepte someterse a los dos minutos y medio de las preguntas de la sesión de control", ha manifestado Rodriguez. Esta tarde se conocerá si Rajoy acepta el reto o bien, por el contrario, envía a la vicepresidenta o a alguno de sus ministros mañana a la Cámara baja.

La interpelación de la Izquierda Plural

La Izquierda Plural, por su parte, interpelará mañana al Gobierno sobre las "actuaciones en defensa de la regeneración democrática y la lucha contra la corrupción". El portavoz del grupo parlamentario, José Luis Centella, ha manifestado este martes que desconoce qué miembro del Ejecutivo intervendrá, pero en todo caso ha admitido no importarle mucho porque, en su opinión, "la responsabilidad no es sólo de Rajoy, que considera al Parlamento un mal trámite que pasar, sino del todo el PP".

Centella sí ha criticado que Rajoy "se sitúe en segunda línea" y se "esconda" detrás de "algún miembro" del Gobierno, si bien ha subrayado que lo importante es que el presidente no ha conseguido que se deje de hablar de Bárcenas en el Congreso como pretendía, y eso pese a los intentos del PP por frenar que este asunto llegara al Pleno.