tú y yo somos tres

Alberto y la pata de palo del pirata Silver

Tú y yo somos tres. Por Ferran Monegal. (domingo 2018 01 14)

Alberto Muñagorri y Ana Pastor (La Sexta). / periodico

Ferran Monegal

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Extraordinario momento televisivo en el programa ¿Dónde estabas entonces? (La Sexta)¿Dónde estabas entonces? . Estaba Ana Pastor repasando 1982. ¡Ah! Aquel fue un año tremendo. Se rompió y desbordó la presa de Tous; murió Grace Kelly en accidente de coche; en Verano azul falleció Chanquete, y Felipe González tuvo que enterrar rápidamente su lema «OTAN, de entrada, no» y transformarlo en «Sí a la OTAN». Pero Ana tuvo la sensibilidad de detenerse más ampliamente en otro suceso. Ocurrió en Rentería, el 26 de junio de 1982. Un niño de 10 años de edad, Alberto Muñagorri, al salir de casa de su abuela pasó junto a una mochila-bomba que había dejado ETA en el suelo. Explosionó. Y el niño Alberto perdió la visión de su ojo derecho y tuvieron que amputarle la pierna izquierda.

Han pasado 35 años de aquello. Ahora Ana ha hablado con Alberto. Y paseando los dos por las calles de Rentería, él le ha contado su historia. Ha sido particularmente intenso ese instante en que, recordando cuando despertó en el hospital, aturdido, sin saber todavía la magnitud de su tragedia, contó que su madre no sabía cómo decirle que le habían amputado una pierna. Y que lo hizo de una forma singular: llevaba bajo el brazo la novela La isla del tesoro, y se la fue leyendo. ¡Ahh! A través de la historia de ese personaje extraordinario, cascarrabias, divertido y gruñón, el pirata John Silver, alias El Largo, y su pata de palo, Alberto comenzó a comprender que él -como el pirata Silver- también debería aprender a vivir con una sola pierna.

Mágico momento. El que consiguió Ana Pastor. La historia de un niño víctima de ETA -hoy un hombre de 45 años de edad- que gracias al ingenio de su madre, y a La isla del tesoro, pudo comenzar a asumir la mutilaciónque sufrió. Es muy probable que el escritor escocés Robert Louis StevensonRobert Louis Stevenson, que está enterrado en una ladera del monte Vaea de la isla de Samoa, haya pegado un brinco de emoción en su tumba al escuchar el relato de Alberto. Y seguramente su personaje Long John Silver también, con su pata de palo a toda vela. Silver, como buen pirata, perdió su pierna en un cruento abordaje frente a la isla Trinidad, en aquella ruta de las Antillas menores cuyo fondo está plagado de navíos y goletas.

Alberto Muñagorri perdió su pierna izquierda por explosión de mochila-bomba. ETA lo calificó con simpleza canallesca: «Daño colateral».