Pequeño observatorio

No he olvidado aquella destrucción

Cuando visité Corbera, años después de la guerra civil, me sentí envuelto por un silencio angustioso

'Corbera d'Ebre' (1998), imagen tomada por el fotógrafo Humberto Rivas, que forma parte de la exposición 'Huellas', que puede verse en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona.

'Corbera d'Ebre' (1998), imagen tomada por el fotógrafo Humberto Rivas, que forma parte de la exposición 'Huellas', que puede verse en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona. / periodico

JOSEP MARIA ESPINÀS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

He visto una fotografía que me ha dejado impresionado. La de unas ruinas junto a una iglesia. No he vuelto a Corbera desde que llegué caminando por la Terra Alta.

Corbera fue un punto clave en la dura batalla del Ebro, durante la guerra civil española, y cuando me enfilé por aquel cerro tuve que ir pisando todas las piedras continuas y desiguales que antes habían sido paredes de las casas. Comedores, dormitorios, construcciones modestas que habían sido espacios de vida. Mis pies resbalaban entre los escombros. Y procuraba no mirar hacia abajo, para evitar el vértigo. Aquel espectáculo de destrucción no se me ha borrado, años después, de la memoria visual.

Caminaba con angustia sobre los restos de paredes convertidas en resbaladizos e irregulares pedregales. ¿Cuánta gente murió cuando los soldados franquistas, con sus cañones, decidieron que en aquel cerro no debía quedar piedra sobre piedra?

Ahora el periodista Andreu Caralt y la antropóloga Maite Hernández, a través de la empresa Terra Enllà, impulsan el conocimiento de la historia, el senderismo, el ecoturismo y otras actividades de la comarca y también del río Ebro.

Los habitantes de Corbera no podían imaginar lo que les esperaba aquel verano de 1938. Yo, muchos años después, más que imaginarme nada, ya veía las pruebas de la capacidad destructiva que pueden llegar a tener los humanos. Y me sentía envuelto por un silencio angustioso.

Tiempo después conocí unos versos que escribió el poeta badalonés Josep Gual, que fue uno de los llamados a filas de la Quinta del Biberón que participó en la batalla del Ebro durante la guerra civil. «Avui he tornat a la serra de Pàndols / i a la cova he trobat les sabates d’en Jaume. / Un forat a les soles i una pinta de bales, / dins un plat enfangat tres cascots de metralla...». Pienso en tantos jóvenes que murieron aquel verano.