NUEVA FICCIón DE LA TELE AUTOnÓMICA

TV-3 recrea el 'Olor de Colònia' de Sílvia Alcàntara

Lluís Maria Güell rueda la miniserie en la Colònia Vidal de Puig-reig

Una imagen del rodaje de 'Olor de Colònia', el pasado miércoles, en la Colònia Vidal de Puig-reig.

Una imagen del rodaje de 'Olor de Colònia', el pasado miércoles, en la Colònia Vidal de Puig-reig.

OLGA LERÍN
BARCELONA

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La escena ocurre en 1953, en la plaza de la Puríssima Concepció de la Colònia Vidal de Puig-reig (Berguedà). El enclave forma parte de ese casi centenar de comunidades industriales que desde mediados del siglo XIX poblaron las riberas de algunos ríos catalanes -sobre todo el Llobregat y el Ter- y en las que compartían terreno la fábrica y los espacios de vivienda, servicios y ocio. En la Colònia Vidal residió la escritora Sílvia Alcàntara durante 20 años y aquí es donde el realizador Lluís Maria Güell (Les veus del Pamano, Ermessenda) ultima el rodaje de la miniserieOlor de Colònia, basada en la novela homónima de la autora catalana. TV-3 tiene previsto su estreno la próxima temporada.

La escena en cuestión se sitúa en mayo, aunque el estremecimiento de los actores y las mantas que cubren sus cuerpos desvelan que el termómetro no supera los cero grados. Unos niños vestidos de primera comunión y sus respectivos familiares conforman el cuadro. Seis, siete y hasta ocho tomas dan la acción finalmente por buena. La ficción tiene un presupuesto de 2.700.000 euros.

Las bajas temperaturas han sido uno de los inconvenientes a lo largo de todas estas semanas de trabajo. El rodaje de esta producción de Televisió de Catalunya y Diagonal TV (Amar en tiempor revueltos) se inició en noviembre, ha recorrido otras colonias -como Cal Cases, Cal Marçal, Cal Prat, Viladomiu Nou y L'Ametlla de Merola- y ha recalado en Barcelona. «Es un homenaje a toda la gente que vivió y trabajó aquí y que levantó el país», comenta Guëll en un receso. Se calcula que en las épocas de mayor auge (los años 20 y las décadas de los 50 y los 60), la Colònia Vidal acogió a cerca de un millar de personas (unas 110 familias). Y la fábrica -alrededor de la cual se distribuían la es cuela, la iglesia, el economato, el lavadero, las casas de los trabajadores y la torre del amo- llegó a ocupar a unos 700 operarios.

RELACIONES TURBIAS //Olor de Colònia(Edicions de 1984) fue uno de los éxitos del 2009. Encabezó la lista de superventas durante más de 80 semanas (51.000 ejemplares, en 11 ediciones). A partir de un relato coral, Alcàntara evoca el día a día en el recinto y las complejas relaciones sociales que se establecen, presididas por el poder de la Iglesia, las pasiones insatisfechas, las intrigas y la servidumbre de la clase trabajadora. Solo las primeras páginas desnudan a un amplio abanico de personajes descritos con precisión casi quirúrgica. «Hemos sintetizado la historia -explica Güell- para construir un hilo argumental central, una complicada historia de amor».

Pep Planas (Ventdelplà) y Maria Molins (El cor de la ciutat) interpretan a Climent y Teresa, la pareja protagonista a la que alude el realizador. «Mi personaje quiere ser muy honesto, pero carga con la rémora de un amor que no ha podido ser», cuenta Planas. Molins se identifica con el papel de viuda del escribiente de la colonia en «las ganas de luchar por un ideal y ser feliz». Y no falta el malo de la película, elsenyor Boix (al que da vida el veterano Toni Sevilla), cómplice de «los tejemanejes» del amo y aficionado a mujeres ajenas. Completan el reparto Míriam Iscla, Fermí Reixach, Miquel Gelabert y Greta Fernández, entre otros.

Al igual que en la novela, un incendio es el detonante de la trama. «Fue muy complicado -recuerda Güell-. Grabamos durante una semana, de seis de la tarde a seis de la mañana, en un hangar». Y gracias a la tecnología 3-D, se reproducirá un taller con unos 300 telares.