FILMACIÓN DE LA SEXTA TEMPORADA

Girona entra en la leyenda

Juego de tronos

Juego de tronos

FERRAN COSCULLUELA / GIRONA

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Tras una semana de preparativos para poner a punto toda la ambientación y el atrezo, el jueves se empezó a rodar en Girona la exitosa serie Juego de tronos. Una filmación que se prolongará hasta el próximo 18 de septiembre y que en su primer día se convirtió en una competición para ver quién era capaz de atisbar una de las escenas o entrever a alguna de las principales estrellas de la saga. Ni que decir tiene que la gran triunfadora de este singular juego no fueron los periodistas, ni los centenares de turistas y curiosos que intentaron presenciar el rodaje. Fue la compañía HBO, que con un potente dispositivo de seguridad blindó a cal y canto todas las localizaciones.

El único resquicio que escapó a su absoluto control fue la presencia de los numerosos extras, que ataviados con vestimentas medievales recorrieron algunos de los espacios monumentales de Girona, como la plaza de la Catedral, donde encajaban a la perfección. La única incongruencia que desenmascaraba el anacronismo de la escena eran los modernos paraguas que portaban para protegerse de la lluvia que cayó a primera hora sobre las calles de la ciudad.

Orlando Gerardo y Adrián Alcaraz habían dormido pocas horas la noche anterior, pero a pesar del madrugón les sobraban fuerzas para encaramarse a las murallas que bordean los Jardins Alemanys con el fin de sacar la nariz sobre el rodaje. «Si nos dejas mirar, estaremos en silencio», rogaba el argentino Orlando a una vigilante. Pero no hubo misericordia, y los intrusos tuvieron que seguir su peregrinaje.

Cerca de la calle de Sant Cristòfol, Dani y Mireia, una joven pareja llegada desde Barcelona, contemplan a dos extras vestidas como posaderas que aguardaban a ser llamadas a escena. Están detrás de la valla, sin rebasar el perímetro de control, pero cuando se acerca un fotógrafo de prensa, el responsable de seguridad se pone delante del objetivo para evitar que saque fotos. Poco después, sus compañeros colocan una especie de biombo para que no se pueda ver nada. Y así toda la mañana.

Laia, que cumple 20 años, y su amiga Maria se han desplazado desde Canet de Mar, la localidad del Maresme en la que también se rodarán algunas escenas de la sexta entrega a partir de la próxima semana. «No hemos venido a ver extras, queremos ver a Arya Stark (Maisie Williams), que está aquí y participará en el rodaje», explican las jóvenes. No es la única estrella. También se rumorea que Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau) cabalga por Girona. Evidentemente, toparse con el apuesto caballero tampoco les importaría.

Un murmullo atronador

En las proximidades de los Banys Àrabs, los periodistas y los curiosos vuelven a darse de bruces con otro empleado de seguridad que cierra el paso de acceso al único edificio de Girona en cuyo interior se rodarán escenas. En este caso, la actitud es más amigable. «No es solo que se quiera evitar la filtración de escenas. ¿Oyes el murmullo de fondo que hace toda esa gente?», pregunta señalando a un grupo de cazadores de autógrafos. «Pues ese ruido de fondo se cuela por los micrófonos del rodaje y estropea las escenas», alecciona.

Unas interferencias que harían peligrar la cuantiosa inversión y el despliegue de medios que la productora HBO ha dedicado a Girona para convertirla en el mercado de Braavos y en Desembarco del Rey ¿Y qué dicen los vecinos de todo el montaje? Algunos lo consideran excesivo, a pesar de que saben que es beneficioso para la ciudad. «Solo hemos recibido dos quejas por correo electrónico», asegura el concejal de Seguridad, Joan Alcalà. Seguro que ninguno de los dos cobra los 150 euros que, según dicen los medios locales, HBO da a los vecinos más próximos a las localizaciones para que no salgan al balcón.