No se casan, pero se fugan

Ha concluido, parece ser que definitivamente, la historia delDoctor Mateoen A-3 TV. Han sido unas cuantas temporadas francamente disfrutables, un perfil de teleserie familiar, entretenida, muy bien interpretada y construida, y con unas tramas sabias, esa sabiduría que los expertos en comedia blanca saben dosificar y aplicar para que la audiencia las digiera sin riesgo de perforación de estómago. La gran estrella ha sido elDoctor Mateo, o sea, ese enorme actor que se llamaGonzalo de Castro. Muy pocos actores de nuestro entorno resisten un primer plano como lo resiste él, por ejemplo un primer plano sin texto en el que tiene que transmitir un estado de ánimo, sin poner caras ni hacer muecas, que es el socorrido y desastroso recurso que abunda. La actrizNatalia Verbeke, a su lado, ha sabido edificarse una postura, una razón de ser y existir, con notabilísimo talento: no ha sido ni la guinda ni el florero, sino que el duelo interpretativo entre ambos ha tenido muchas veces gran altura. El final ha sido inteligente. A veces en estas telecomedias que se van alargando, temporada tras temporada, porque tienen éxito, ocurre que cuando llega el fin no aciertan a construir un punto final creíble, ingenioso, que acabe como decían los clásicos que debían de acabar los cuentos: volviendo a los argumentos del principio, o sea, redondos, cerrando el círculo. Aquí lo han conseguido. Esa última escena, los dos montados en la moto (creo que una Ural IMZ), escampando hacia el infinito, y diciéndole ella a él, enamoradísima:«¡Prométeme que no nos vamos a casar nunca!»,es la vuelta de tuerca, con profunda ironía, delleit motivque ambos han protagonizado desde el principio de la historia: repetidos intentos de boda que no se han materializado nunca. ¡Ah! Estamos de acuerdo: tal y como va el mundo, mejor fugarse que casarse.

MATINS RIMMEL .- Nos advirtió ayerEmpar Moliner(Els matins) que ha pedido al glorioso cuerpo de maquilladoras y caracterizadoras de TV-3 que hagan acopio derimmel waterproof, o sea, resistente a las lágrimas. ¡Ah!, dado que le quedan aCunícuatro días, el viernes puede producirse un colosal diluvio lacrimal en su plató. Es curioso, saldráCuní de TV-3 exactamente en el programa número 1620, año en el que también salieron de Plymouth aquellos fantasticos aventureros que navegando en elMayflowerllegaron a Norteamérica con ganas de prosperar y de triunfo. Consiguieron ambos objetivos.