LA PLATAFORMA

Twitter se lava las manos

La compañía permite denunciar cuentas, pero endosa toda la responsabilidad al usuario

C. J. / J. G. A.
BARCELONA

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Las normas de uso de Twitter lo dicen muy claro: «Usted es el único responsable por el uso que pueda dar a los servicios, por todo contenido que usted reproduzca a través de los servicios y por cualquier consecuencia que de ello se derive (...) Lo que se dice en Twitter puede verse en todo el mundo de manera instantánea. ¡Usted es lo que tuitea!» Por ello, la red social que utilizan de modo activo 255 millones de usuarios en todo el mundo (el 78% de ellos desde el móvil) permite denunciar desde hace unos años a quien «amenace o insulte» a otros usuarios.

La advertencia, que va incluida en esa lista de términos de uso que nadie suele leer, pasa un tanto desapercibida respecto a la larga normativa de acciones contra el spam o las infracciones contra el copyright o la usurpación de identidad, pero está ahí.

Pese a todo, Twitter, con sede en San Francisco, avisa de que en todo momento se ceñirá a las leyes estadounidenses en caso de conflicto. Y en EEUU se admite que uno no pueda declarar contra sí mismo y se consagra la libertad de expresión. Pero la empresa también ha abierto sedes en los últimos años en Dublín, París, Londres, Amsterdam y Madrid para sus operaciones de márketing y publicidad, lo que podría equiparar su situación a la de otras empresas estadounidenses que también disponen de delegaciones europeas, como Google.

La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea publicada el pasado martes y que condena a Google a eliminar vínculos lesivos si un usuario sin relevancia pública se lo solicita dicta que a la empresa se le aplica la legislación europea porque tiene sedes sociales y negocio en países europeos y se dirige a sus ciudadanos.

Reacción si hay aviso

La cuestión de si Twitter tiene o no alguna cuota de responsabilidad por los contenidos publicados por sus clientes divide a los expertos. El abogado y profesor Pere Simón, experto en nuevas tecnologías, insiste en que los usuarios de las redes sociales son responsable del contenido de sus mensajes y que se puede requerir a las plataformas de internet el borrado de mensajes si se consideran ofensivos. «Cualquier persona lo puede hacer y la empresa que gestiona la red social debe dar respuesta a la petición. Si no lo hace, podría incurrir en responsabilidades y el ofendido podría reclamarle judicialmente por no haber eliminado el texto que considera insultante. Es decir, la compañia podría llegar a ser responsable legalmente de la acción. Otra cuestión es si una demanda de estas características prosperaría o no en  los tribunales españoles. Por ahora, no hay sentencias. 

«A mí ya me parece correcto este sistema de avisar primero a la plataforma», sostiene Genís Roca, historiador y fundador de la agencia de redes sociales Roca Salvatella. «Nadie se va a mirar los mensajes uno por uno», añade.

Otros, en cambio, creen que hay una cierta responsabilidad de la plataforma que no es atendida. «Twitter cotiza en bolsa gracias a todos sus usuarios, así que tendría que valorar cómo resolver ciertas situaciones. No vale decir que la responsabilidad es solo de los usuarios. Que busquen sus ingenieros mecanismos que permitan un uso más sofisticado de la herramienta», sostiene la analista digital Neus Arqués.

«Twitter es muy inmediato, muy viral, pero muy efímero y emocional. Y ningún enfado dura eternamente, a la gente se le olvida. Otro caso es el acoso continuado con varios mensajes», recuerda el profesor Enrique San Juan.