Prisión para el dueño de un bar por causar demasiado ruido

Una familia le denunció en el 2010 y los vecinos tomaron medidas para evitar la "injusta condena" ahora inevitable

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José Antonio Ruiz, el dueño de un bar en Granada, ha sido condenado a dos años y tres meses de prisión por hacer demasiado ruido.

La Audiencia Provincial lo condenó en junio del año pasado. Recurrió al Tribunal Supremo pero la sala de lo penal rechazó la casación a finales de febrero. Debe ingresar en el centro penitenciario como autor de un delito contra el medio ambiente y dos delitos de lesiones, que además le obligan a pagar una multa de 1.200 euros y otros 8.000 euros como indemnización a los perjudicados por esos delitos.

Todo empezó en 2010, cuando una familia, que vivía encima de su bar, le denunció por exceso de ruidos. En ese momento comenzó su pesadilla, la cual ha finalizado con prisión.

Los vecinos y amigos de Ruiz la han considerado una condena injusta y han tomado medidas intentando derogar en vano dicha resolución, como con la recogida de firmas o el interponer un recurso de casación.