POLÉMICA SOBRE EL PONTÍFICE

El Vaticano niega que el Papa tenga un tumor

El diario italiano 'Il Resto del Carlino' publica que hace unos meses le detectaron a Bergoglio un pequeño nódulo cerebral

El Papa Francisco abandona la sala Pablo VI, tras presidir el Sínodo sobre la familia en el Vaticano.

El Papa Francisco abandona la sala Pablo VI, tras presidir el Sínodo sobre la familia en el Vaticano. / periodico

ROSSEND DOMÈNECH / ROMA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Es una notícia infundada, gravemente irresponsable y no digna de atención". Así ha comentado este miércoles, de madrugada, el portavoz del Papa, Federico Lombardi, la información que este miércoles por la mañana publica la edición en papel del diario italiano 'Il Resto del Carlino', de la cadena Quotidiano Nazionale, con sede en Bolonia, sobre "un tumor  cerebral de pequeñas dimensiones" del que estaría aquejado el papa Francisco. Lombardi, ha añadido que “la difusión de notícias infundadas es gravemente irresponsable”.

La agencia nacional de noticias Ansa, equivalente a Efe de España, ha citado pasada la medianoche al diario 'Il Resto del Carlino', explicando que se trataría de un tumor de "dimensiones reducidas, descubierto hace algunos meses". El rotativo de Bolonia añade que un médico japonés, amigo del Papa desde cuando era cardenal en Buenos Aires, habría dicho que "no sería necesaria ninguna intervención quirúrgica". Se trataría del profesor Fukushima, de la clínica San Rossore de Pisa, que en el pasado ya había seguido médicamente al cardenal Bergoglio y que, una vez elegido como Papa, le ha visitado en El Vaticano.

LA TERAPIA

Según 'Il Resto del Carlino', la terapia se podría realizar "sin que el paciente pase por el quirófano". Andrea Cangini, director del 'Quotidiano Nazionale' y de 'Il Resto del Carlino', ha replicado al portavoz papal que "el desmentido es comprensible y se esperaba", pero "hemos parado largo tiempo la noticia para hacer todas las verificaciones del caso", y al final "no tenemos ninguna duda sobre su fundamento". Al final, el director añade: "Lo que a nuestro parecer vale para un jefe de Estado o de Gobierno vale también para el Papa". "El derecho de la opinión pública a ser informada es más importante que el derecho a la discreción", zanja Cangini.

La información sobre el presunto tumor ha sido difundida a cuatro días vista de que se clausure el sínodo de obispos sobre las famílias actuales, en el que se enfrentan, a veces claramente y otras solapadamente, la parte más conservadora del catolicismo con los progresistas que siguen a Francisco, en la línea de una mayor apertura hacia las "famílias irregulares" actuales.  Según fuentes vaticanas cercanas al sínodo, que ha reunido a casi 400 personas en Roma para tratar sobre las famílias actuales según los católicos, la parte conservadora no se resignaria a aceptar las aperturas manifestadas por Jorge Begoglio hacia los divorciados católicos, convivencias prematrimoniales y parejas gay.

DIVORCIADOS

El pasado fin de semana el cardenal Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, equivalente al guardián de la ortodoxia, había advertido en una entrevista de que, de acuerdo con el obispo local se podrían readmitir (a la comunión) a los divorciados vueltos a casarse "examinando los casos singulares y en particulares situaciones". Sin embargo, se trata del mismo cardenal que en las pasadas semanas había insinuado que, según como termine el sínodo, se podría producir un cisma en la Iglesia católica.

La cuestión de fondo que debaten los cardenales y obispos es si la doctrina católica sobre el matrimonio es inmutable en los siglos –a pesar de que el matrimonio tal como lo conocemos es de creación reciente—o bien puede evolucionar de acuerdo con las transformaciones de las sociedades. Para apoyar su linea de apertura, el Papa envió el pasado año un cuestionario a todos los católicos para conocer la opinión de la base, de los fieles, una decisión que incomodó a los conservadores. No sería sorprendente que la difusión de una supuesta enfermedad importante, aunque no grave, del Papa fuese un golpe bajo para desprestigiar a Jorge Bergoglio, que con este sínodo y una reforma global del Vaticano, anunciada para el próximo año, se juega el éxito de su papado.