Unicef alerta que ya ha registrado más casos de cólera en Somalia que en 2016

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El Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) alertó hoy de que los casos de cólera y de enfermedades diarreicas agudas detectadas en Somalia durante los primeros tres meses de 2017 se elevan a 18.400, una cifra que supera con creces los 15.600 contabilizados en todo el año pasado.

La mayoría de afectados por estas enfermedades intestinales son niños pequeños, aseguró en rueda de prensa el portavoz de Unicef, Christophe Boulierac, que informó, además, de que su organismo distribuyó comida terapéutica a 35.400 menores con malnutrición aguda en los pasados meses de enero y febrero.

Estos números proporcionados por la agencia de Naciones Unidas representan un aumento del 58 % de la tasa de desnutrición severa infantil, en comparación con los dos primeros meses de 2016.

Los niños que sufren de desnutrición severa son nueve veces más propensos a padecer enfermedades e infecciones, por lo que "la combinación entre el aumento de casos de cólera y de malnutrición aguda es extremadamente peligrosa", apuntó Boulierac.

Somalia sufre la peor sequía registrada en los últimos años, algo que ha empujado a sus habitantes a beber agua no apta para el consumo, propiciando, así, que se expandiera el brote de cólera y de enfermedades diarreicas graves.

Además, la mitad de la población somalí -más de 6 millones de personas- se enfrenta a inseguridad alimentaria aguda como consecuencia de la sequía.

Las zonas más castigadas por la escasez de agua están controladas por el grupo yihadista de Al Shabab, contra el que el presidente estadounidense, Donald Trump, incrementará los ataques aéreos sobre el terreno.

Ante esta decisión, el portavoz de Unicef advirtió que "cuando la violencia se intensifica, el trabajo de los trabajadores humanitarios se complica" y que una escalada del conflicto, "puede amenazar aún más a los niños somalíes".

Asimismo, Unicef recordó que más de 130.000 niños fallecieron durante la hambruna que afectó a la nación africana en 2011, la mitad de ellos sucumbieron antes de que la comunidad internacional declarara la emergencia.

Entonces, la mayoría de las muertes infantiles fueron causadas por diarrea y sarampión.

A día de hoy, el organismo no dispone de cifras relativas al número de menores que han muerto de hambre.