La política de inmigración

Polémica por la expulsión de un simpapeles a punto de ser padre

La jueza estimó que el deportado no aportó pruebas de arraigo

Peggy, en su domicilio de Torrent, ayer.

Peggy, en su domicilio de Torrent, ayer.

LAURA L. DAVID
VALENCIA

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Peggy es nigeriana, lleva nueve años viviendo en España, tiene permiso de residencia permanente y está a punto de dar a luz. Está empadronada en Torrent, una ciudad dormitorio anexa a Valencia, donde convivía con A.J., un simpapeles padre de su futura hija, hasta que el 12 de abril fue detenido por la Policía Nacional y trasladado al CIE de Zapadores (Valencia) bajo la acusación de delito de falsedad documental. Según Peggy, el viernes pasado A.J. fue deportado a Nigeria. Desde el 2009, tenía una orden de expulsión, pero después de 10 años en España nadie pensó que se ejecutaría a pocos días de ser padre. A.J. intentó regularizar su situación sin éxito en tres ocasiones.

Fue otro interno quien, el 31 de mayo por la noche, le explicó a Peggy que la policía había trasladado a A.J. Al día siguiente, su pareja la llamó desde Lagos. La abogada que lleva el caso denuncia que «en Valencia es habitual no notificar la expulsión a los familiares ni a los abogados». La Jefatura Superior de Policía confirmó ayer la deportación.

Peggy piensa en cómo salir adelante porque hasta ahora se mantenía con los ingresos de A.J., que se dedicaba altop manta. La mujer espera una ayuda de los servicios municipales de 500 euros que le permitirá pagar el alquiler. «La niña necesita a su padre para crecer, ¿qué hago yo ahora, que no puedo trabajar?», se pregunta la mujer entre lágrimas.

La jueza que llevó el caso de A.J. desestimó el arraigo de A.J. a pesar de que la abogada presentó documentos para acreditar la convivencia con Peggy: recibos de pagos a nombre de A.J., un certificado médico en el que se especificaba que el hombre acompañaba a Peggy a las revisiones del embarazo y una declaración jurada en la que Peggy manifestaba que el hijo que espera es de A.J. La jueza desestimó una prueba de paternidad.