INICIATIVA SANITARIA

Nueva York quiere prohibir el tamaño grande de las bebidas azucaradas

Una mujer sostiene un refresco de tamaño grande en una calle de Nueva York, el jueves.

Una mujer sostiene un refresco de tamaño grande en una calle de Nueva York, el jueves. / apc

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El alcalde de Nueva York,Michael Bloomberg, pretendeprohibir la venta debebidas refrescantes de gran tamaño y otras con alto contenido enazúcaresen restaurantes, cines y carritos callejeros para lucharcontra la obesidad en la ciudad. Bloomberg ha revelado sus planes en una entrevista en el diarioThe New York Times y ya ha recibido las críticas de asociaciones de empresarios que venden ese tipo de bebidas.

"La obesidad es un problema nacional y en todo Estados Unidos, los responsables de salud pública se lamentan y dicen que es terrible", señaló el alcalde que opinó que frente a la inacción de otros lugares, en Nueva York "se hace algo" ante el problema. "Creo que es lo que la gente quiere que haga el alcalde", ha apuntado.

La propuesta de Bloomberg será sometida a votación en el consejo de Salud del ayuntamiento este mes y si sale aprobada, entrará en vigor en vigor enmarzo del 2013. A partir de esa fecha quedaría prohibida la venta de bebidas demás de 464 mililitros--casi medio litro-- enrestaurantes, cines y carritos de venta callejera, muy populares en la Gran Manzana y en el resto de EEUU.

Más del 50% de adultos tiene sobrepeso

La medida también afectaría a otros lugares muy habituales y populares de la ciudad donde los neoyorquinos suelen comer a diario, como losdelis,  restaurantes en los que se venden bocadillos, ensaladas y comida fría, o lasfranquicias de comida rápida e incluso losestadios deportivos, añade el diario. En la prohibición quedarían incluidas desde las bebidas energéticas a los refrescos tipo soda o el té frío azucarado. No lo estarían, sin embargo, las que tienenmenos de 25 calorías, así como las aguas vitaminadas o el té sin azúcar, muy de moda entre los neoyorquinos y que contienen cero calorías.

En la ciudad de Nueva York, más de la mitad de los adultos son obesos o tienensobrepeso, según datos de las autoridades sanitarias de la ciudad, que culpan a las bebidas azucaradas del incremento de la obesidad en los últimos 30 años. Las tasas más altas se dan además en aquellos barrios donde el consumo de refrescos es más habitual.

La iniciativa del alcalde ya ha recibido críticas por parte de los empresarios que venden este tipo de bebidas, que cuestionan que se limite la libertad de elección de los ciudadanos, y también de los propios consumidores, que consideran que el veto no solucionará el problema de la obesidad. "No puedes obligar a la gente. Es como unadictadura", opinaba el jueves en un restaurante de comida rápida una neoyorquina que bebía un Sprite extragrande. Dos rivales de Bloomberg en las próximas elecciones, Christine C. Quinn y William C. Thompson Jr., también han cuestionado la eficacia de la medida.