Manual para los padres

Se acercan días de nervios en muchos hogares catalanes. Para los que empiezan y para los que continúan etapa en el colegio, para sus padres y para sus profesores, la semana y media que se avecina va a ser cuando menos agitada. Aunque sea un ritual conocido, la vuelta al cole siempre impone.«Como todas las cosas, la llegada a la escuela, sobre todo si es la primera vez, hay que prepararla, hablarla con los niños», recomienda Enric Roca, profesor de Pedagogía Sistemática y Social en la facultad de Ciències de l'Educació de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

«Pero tan importante como esa llegada es también lo que ocurre durante el transcurso del año»,advierte Ismael Palacín, director de la Fundació Jaume Bofill, especializada en estudios educativos. ¿Qué hay que hacer? ¿Cómo sabremos si todo va bien? Estos y otros expertos han explicado algunas claves a EL PERIÓDICO.

LA ELECCIÓN

Mejor si el colegio está en el barrio

Una decisión ya tomada a estas alturas, la elección de colegio, marca todo el curso. Se recomienda, dicen los especialistas, que el centro escogido sea próximo al domicilio familiar y que este prime sobre el lugar de trabajo o la casa de los abuelos. «Es un valor importante, porque a lo largo de la escolaridad hay que ir cada día al colegio, y un trayecto largo puede suponer muchas horas de viaje al cabo del curso»,observa Àlex Castillo, presidente de la federación de asociaciones de padres de alumnos de Catalunya (Fapac).«Además, una escuela cerca de casa garantiza amigos y compañeros del colegio en el mismo barrio donde vives»,agrega.

También hay que valorar los servicios que ofrece la escuela, la calidad del comedor, el transporte escolar o la acogida matinal, y analizar qué actividades extraescolares se pueden elegir dentro del mismo centro. Ya de forma más secundaria, las instalaciones del colegio. A algunos, les preocupa saber cuándo empezará su hijo con el inglés y otros, más informados, preguntan qué resultado suele obtener el centro en las pruebas externas de competencias básicas, esas que los alumnos hacen al acabar sexto de primaria y cuarto de ESO.«Pero son pocos los que se plantean qué método pedagógico utiliza o cómo se tratan valores como la democracia, la solidaridad y el esfuerzo»,objeta Castillo.«Lamentablemente, la elección se hace a menudo en negativo. Los padres no quieren que haya barracones, no quieren que sea un colegio religioso, no quieren que haya demasiados inmigrantes o demasiados pijos... Y eso no tendría que ser así»,avisa.

El problema, objeta el pedagogo Enric Roca, es que en las circunstancias actuales«escoger colegio por su proyecto educativo es tarea difícil, fundamentalmente porque los centros no tienen recursos para distinguirse los unos de los otros».Al final, lo que acaba inclinando la balanza son«las referencias familiares o de amigos y la confianza que despiertan el colegio y su equipo humano»,afirma

LOS DÍAS PREVIOS

Recuperar horarios y hábitos del invierno

La recta final -estos días de nerviosismo- antes de la vuelta al cole hay que tomársela, ante todo,«con calma y con espíritu positivo»,recomienda la psicopedagoga Laura Rinaldi.«No es cuestión de presionar, porque eso ya llegará cuando empiece el curso. Es cuestión, más bien, de ir regularizando horarios, después del verano, que es un tiempo algo más desordenado en ese sentido»,agrega Rinaldi.

Los primeros días de septiembre conviene que los escolares vayan aproximando sus horarios y hábitos a los del invierno: horarios de ir a dormir y levantarse, horarios de comidas, horarios para los deberes de verano y para leer algún libro.

EL ARRANQUE

El segundo día es peor que el primero

Quienes han llevado alguna vez a su hijo al colegio saben que los segundos días suelen ser peores que los primeros.«Hay que mantener la observación y hay que escucharlos, ver si están tranquilos y tratar de analizar su estado de ánimo general»,recomienda la psicopedagoga Rinaldi,

Es importante, agrega Castillo desde la Fapac, que«los padres tengan en cuenta cuestiones a medio y largo plazo, que vayan preguntando a los chicos y se interesen por cómo se les van a enseñar las matemáticas o el inglés». Aunque no hay que restarle valor, «hay quien se queda solo con lo inmediato. A veces, con los más pequeños, solo se preocupan por si duermen la siesta o no la duermen, o por si está buena la comida del mediodía o no lo está»,lamenta.

EL SEGUIMIENTO

Hablar y hablar, con el niño y con los profes

¿Cómo se detectan los problemas? Habida cuenta de que educar no es una ciencia exacta, solo caben, una vez más, algunos consejos. Existe una estrategia relativamente sencilla (aunque a veces no está al alcance de todos, cierto): cenar con los niños.«Es el momento del fin del día, un momento en el que se pueden iniciar conversaciones para que los hijos expliquen qué han hecho durante la jornada, con quién han pasado la hora del patio y si les gustan más las matemáticas o las lenguas, por ejemplo»,indica Palacín. El director de la fundación Bofill considera que los padres han de aprovechar también estas charlas familiares para«destacar las capacidades de sus hijos, no para valorar únicamente notas, resultados y normas».

Y tan importante como hablar con los niños es hacerlo con sus profesores o, como mínimo, con su tutor.«Estoy convencido de que las buenas escuelas son las que más tutorías con los padres ofrecen»,afirma, rotundo, Palacín. Estos encuentros periódicos con los docentes«no solo permiten prevenir malentendidos, sino que también evitan sorpresas».«Un niño bien tutorizado es un niño al que se puede ayudar si llega el caso»,agrega Enric Roca. Para eso, no obstante, es necesario que«algunos docentes cambien de mentalidad, sobre todo en secundaria». Hoy en día, recuerdan ambos expertos, es perfectamente posible mantener el contacto por teléfono o por correo electrónico.

Otra recomendación: «Que las actividades extraescolares sean las justas y equilibradas»,dice el director de la Jaume Bofill. No hace falta sobrecargar al niño,«sino que basta con elegir alguna actividad que potencie sus talentos o los complemente».Y lo mismo con los deberes.«Han de tener un espacio y un tiempo para hacerlos. Conviene que los hagan solos y que los puedan hacer rápido»,dice Palacín, que no olvida «lo fundamental que es encontrar un rincón para la lectura».A todas las edades.

Cuéntenos cómo afronta la vuelta al colegio:

Por correo electrónico:entretodos@elperiodico.com

Por Twitter:@EPentretodos

En la web:entretodos.elperiodico.com