Gente corriente

Magda Busquets: "Ahora las azafatas están sobre todo por seguridad"

Es auxiliar de vuelo de Vueling. Y estudia. Tras 8, 10 o 12 horas de trabajo, llega, medio hipóxica, a clase.

«Ahora las azafatas están sobre todo por seguridad»_MEDIA_1

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MAURICIO BERNAL

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-Y ahí tenemos a Magda, que después de estar volando desde las seis de la mañana entra medio hipóxica, todavía con la falta de oxígeno del avión, en el salón de clase.

-¿Qué estudia?

-Protocolo, relaciones internacionales y organización de eventos. Porque, ¿sabe por qué? Porque aparte de volar quería una carrera.

-Para ser azafata también se estudia, ¿no?

-Sí. Pero es distinto. Para lo de azafata, al acabar el colegio vi que en el aeropuerto de Sabadell había una escuela. Y dije: «Venga».

-Ah. Lo tenía clarísimo.

-Sí. De niña, cuando viajábamos, le decía a mi madre que quería vivir en un aeropuerto.

-¿Qué les enseñan?

-¿Asignaturas? Pues hay una que se llama Operación normal, otra EmergenciasHistoria de la aviaciónNormativaInglés aeronáutico... O sea, los términos que se emplean en vuelo.

-¿Por ejemplo?

-Por ejemplo un go round, que es un aborto del aterrizaje, ¿sabe qué es eso? Cuando el avión está a punto de aterrizar y por la razón que sea tiene que volver a alzar el vuelo.

-¿Le ha pasado?

-No. O aquello de: «Rampas traseras armadas y cross check ok». Siempre, siempre hay un pasajero que te pregunta qué significa.

-¿Por dónde suele viajar?

-Por el norte de África y Europa. Eso incluye Moscú y los países nórdicos.

-Cuénteme, ¿es un trabajo exigente?

-Mucho. Y de mucha responsabilidad. Las auxiliares de vuelo somos los ojos de los pilotos en la parte de atrás. El mínimo olor, el mínimo ruido, se comunica al momento.

-¿Y usted cree que la gente es consciente,  o que siguen viendo a la azafata como…?

-La gente desde fuera lo que ve es una persona en el avión que te abre la Coca-Cola. La camarera del avión. O la visión de la azafata Barbie, que sigue siendo tan típica.

-¿Usted cree?

-¡Por supuesto! La compañía cuyas azafatas todo el mundo ve en plan ¡oooooh! es Emirates; en los aeropuertos no hay nadie que no se pare a mirarlas. Pero justamente, es la visión Barbie. O la visión Pan-Am. Pero Pan-Am es la aviación de antes, y ahora nosotras estamos básicamente por seguridad. Y un poco también por psicología.

-¿Psicología?

-Hay que ser un poco psicóloga. Allá arriba, la gente no se siente segura. Se enfadan más en el aire porque no se sienten seguros.

-¿Hay costumbres según origen?

-¿Qué quiere decir?

-Si un francés viaja distinto que un italiano, por ejemplo.

-¡Ah! Pues sí. Los nórdicos, por ejemplo, consumen mucho. Todo es barato para ellos y son vuelos que te puedes estar las tres horas sirviendo. Un pasajero pide esto, aquello y lo otro. Paga, y cuando ya te vas a ir te dice: «No, espere, falta mi esposa». Y tratas a la gente distinto. Los rusos por ejemplo son duros, muy duros, y con ellos no es cuestión de: «Señor, por favor, ¿puede poner la botella debajo del asiento?» No: «Botella, debajo del asiento». Y punto.

-Volvamos a su carrera. ¿Le cuesta mucho combinar trabajo y estudios?

-Los días que voy a clase acabo muy cansada. Empiezo a volar a las seis de la mañana y 12 horas después estoy sentada, en clase, estudiando. Es exigente. No conozco a nadie más que lo haga. Cursos on line, sí; presencial, nadie. Pero es que me lo paso bien.

-¿Y cuál es su objetivo?

-Combinar ambas cosas. Trabajar en el departamento de márketing de la compañía y seguir volando. Por ejemplo.