El atracador que motivó el atropello de Rubí había sido arrestado 15 veces

El delincuente huyó tras robar a otra mujer y esperó a los Mossos en casa de su novia empuñando un cuchillo

GUILLEM SÀNCHEZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La detención del atracador que ha provocado -sin saberlo- una crisis en el seno de los Mossos d’Esquadra tampoco ha resultado sencilla. Se produjo este viernes por la tarde después de que asaltara a una mujer mayor en Rubí. Los policías recibieron el aviso pero él se percató de que lo habían descubierto y huyó hasta refugiarse en casa de su novia. Un juez tuvo que autorizar a los Mossos para que pudieran irrumpir en el domicilio. Lo hicieron finalmente acompañados de antidisturbios.

Según fuentes policiales, cuando entraron él les estaba esperando empuñando un cuchillo con el que terminó cortándose -de poca gravedad- en las muñecas al ser reducido.

Se trata de un atracador peligroso que ya había sido arrestado anteriormente en 15 ocasiones. Indirectamente, él ha sido el causante de "un mal estar sin precedentes" entre los agentes del cuerpo, según los sindicatos policiales (SME, SPC, CAP, SAP y USPAC).

EL CONFLICTO

Todo empezó hace el jueves de la semana pasada. Dos policías de paisano lo estaban buscando a él pero lo confundieron con un vecino lo confundieronde Rubí que se dirigía a coger el coche. Le mostraron las placas pero el vecino se asustó porque no creyó que fueran policías de verdad. Arrancó el vehículo y huyó. Lo hizo embistiendo a uno de los agentes, al que arrastró más de medio kilómetro. Los dos policías, uno mientras se aferraba al capó para no ser atropellado, abrieron fuego contra el coche. El agente arrollado salió disparado en una rotonda y quedó gravemente herido. El vecino de Rubí fue arrestado por un homicidio en grado de tentativa.

ESTALLIDO DE LA CRISIS

Aquel mismo jueves, por la noche, la jefatura de los Mossos dejó sin efecto la detención del vecino porque consideró que había sido víctima de una confusión y había actuado presa de un ataque de pánico. Se valoró que no tenía antecedentes y que no existía riesgo de que eludiera la citación judicial pendiente para responder por el atropello al policía.

La noticia de que aquella misma noche había salido en libertad el vecino crispó a muchos policías. El viernes por la tarde más de 300 mossos se reunieron frente a la comisaría de Rubí para pedir la dimisión del comisario jefe, Josep Lluís Trapero. Este lunes Trapero mantuvo una reunión de urgencia con la cadena de mando al completo. Por la noche acudió también a Rubí para hacer lo propio con los compañeros del agente herido. Explicó que, aunque "impopular", liberarlo era lo adecuado y pidió que no se interpretara como un "desaire" al policía atropellado. Tampoco como un acto de desconfianza hacia el trabajo de los investigadores que habían ordenado el arresto del vecino.

El esfuerzo explicativo no impidió que el jueves por la noche unos 200 policías hicieran un ruidoso escrache ruidoso escrachefrente al restaurante en el que los jefes de Mossos celebraron su cena navideña. Ajeno al conflicto, el atracador no salió de Rubí para dar otro golpe. Ha sido arrestado otra vez. Ya van dieciséis.